CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Cuando la madre de Flavio tomó el teléfono, no imaginó que al otro lado de la línea se encontraba un secuestrador virtual.
La señora, una mujer de 70 años de edad, obedeció al hombre que le indicaba salir de casa.
Cuando sus hijos llegaron a la hora de comer, todo indicaba que doña Sarita había ido por las tortillas; la ropa había quedado húmeda en la lavadora, la puerta trasera estaba abierta y el teléfono, fuera de lugar.
De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, en 2015 se documentaron 198 casos de extorsión en el estado, pero sólo se detuvo a 3 personas. En lo que va de 2016 el saldo es aún peor: 112 casos y ningún detenido.
A pesar del apogeo de este delito, de todas las denuncias registradas en el estado entre 2015 y 2016, sólo ha habido tres procesados ante un juzgado y una sola orden de aprehensión.
Esto hace que la diferencia entre el total de denuncias documentadas en dos años (310) y los detenidos (1), revele un promedio casi insignificante de delitos castigados, de .3 por ciento.
Se estima que durante el año 2013 se generaron en México poco más de 33 millones de delitos, de ellos 22 millones de delitos estuvieron asociados a víctimas.
Durante el año 2013 el 94 por ciento de esos delitos representaron 31 mil 020 casos y el 6.4 de las víctimas entregó lo solicitado en una extorsión telefónica, según cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del año 2014.
En Tamaulipas durante los años 2012 y 2013, se contabilizó un total de 38 mil 974 víctimas.
De ellas un buen porcentaje no denunció por temor a las amenazas de los propios delincuentes.
Los delitos por secuestro en México fueron al alza resultando más de 123 mil víctimas de secuestro en el año 2013 y casi 132 mil delitos por secuestros.
Esto ocasioó que en Tamaulipas la extorsión sea el primero de los tres delitos más frecuentes.
Seguido por robo o asalto y robo total o parcial de vehículo.
En estas cifras de secuestro se encuentra implícito el secuestro virtual, que aun cuando no se cataloga como tal existe y hace que las víctimas beneficien económicamente a un tercero, cuando los presuntos delincuentes alteran la integridad física o mental de sus víctimas.
En las cifras negras detectadas por la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del año 2014 se ha detectado que en Tamaulipas el 95.2 por ciento de los casos no se denuncian.
Esta cifra sólo la supera el estado de Guerrero, Estado de México, seguido por Veracruz, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Guanajuato.
Pero es también Tamaulipas el único estado que reporta mayor problemática de inseguridad, la lista la encabezan la Ciudad de México y Estado de México.
Y a pesar de estar en el tercer puesto Tamaulipas es el primer lugar de México que reporta una sensación de inseguridad del 70 por ciento, por abajo está el Estado de México con 69.7 por ciento, el Distrito Federal con 69.2 y el 58 por ciento de percepción de inseguridad a nivel nacional.
A pesar de que los secuestros virtuales existen en un menor porcentaje las autoridades implementan cada vez más medidas para atender lo que han llamado los secuestros reales, que son aquellos en donde la persona está en verdad privada de su libertad y los presuntos culpables han intentado comunicarse con
la familia para obtener beneficios económicos.
El desconocido en el teléfono
“A mi sobrina le pasó cuando un número desconocido le habló por whatsapp y ella entabló conversación con él. Ella tenía entonces 16 años.
Lo que pasó fue que le creyó cosas como que tenía a sus padres, que no debería hablar con nadie que saliera de su casa, que no contestara el celular y
así hizo que ella se fuera.
La encontramos en la ciudad. No hubo necesidad de denunciar porque en una de esas ella contestó el celular, pero nos dijo que le estaban pidiendo que se fuera a varios sitios.
Ella ya estaba en el centro cuando la localizamos y estaba nerviosa. Contestó porque su miedo era mayor a estar sola por la noche en la calle cuando ella no está acostumbrada a salirse así”.
La madre de Flavio
“A mi madre le hablaron, al parecer ella había llegado de la tortillería, todos nos reunimos para comer y cuando llegó mi hermana con sus hijos, vio que nada estaba en su lugar. Pensamos que algo le había pasado que se había desmayado. Pero nunca imaginamos que había creído lo que un extraño le dijo por teléfono.
Ella era de las personas que corría si alguien marcaba y hacía plática si equivocaban el número, cosas así. Nosotros lo primero que hicimos fue denunciar y sí la encontramos.
Los delincuentes llaman al azar no conocen a quién le hablan pero cuando ven que alguien se asusta siguen mintiendo hasta que hacen que las personas se salgan de la casa. Siempre piden que ingreses a un hotel y de ese modo nunca te secuestran en realidad, pero sí te alteran psicológicamente, más si les das pistas como hacía mi madre, daba pistas de sus hijos y dijo que estaba sola”.
La hermana de Licha
“Cuando contesté el teléfono me dijeron que si yo era la hermana de Alicia y una mujer gritaba al fondo.
Yo en verdad tengo una hermana Alicia. Pero le habló de cuando empezaban estas cosas, nuestros números aparecían en el directorio telefónico. Luego nos dimos cuenta que por esa razón me dijeron el nombre.
Pero me pidieron dinero, me dieron un número de cuenta para depositarles y yo iba a hacerlo, nunca le hablé a mi hermana, me decían que no soltara el teléfono, les pasé mi celular.
Al entrar al banco me dijeron que no les colgara y yo nunca les colgaba, así menos me entraban llamadas.
Sólo que la señorita del banco se dio cuenta que yo estaba nerviosa y que aunque no hablaba el celular estaba cerca.
En un recado me escribió si me estaban presionando, yo le dije que sí con la cabeza levemente y el gerente salió y no me permitieron hacer el depósito.
Hablaron de otro número para confirmar que mi hermana estaba en su casa y yo colgué de inmediato a esas gentes”.