CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Debido al exceso de población de cocodrilos, que en la zona sur invaden las zonas urbanas, la Comisión de Vida Silvestre en el estado, realiza un estudio en la presa Vicente Guerrero para ver si es posible comercializar esta especie en beneficio de pescadores,
luego que desde hace más de 40 años está prohibida su cacería.
Alejandro Garza Peña, Vocal ejecutivo de este organismo dependiente de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, explicó que actualmente se realiza el estudio en los vasos de agua más importantes del estado, para conocer el número aproximado de cocodrilos que existen, tanto en el sistema lagunario del sur, así como en la Vicente Guerrero.
“Se pretende un control de la población y reproducción de esa especie, debido a que actualmente se estima que existe una gran cantidad en estos dos embalses, pero ha sido en el sur donde los cocodrilos invaden las zonas urbanas”.
Menciona que se tienen reportes que en municipios como Altamira y Madero, se registra la captura de cuatro ejemplares por semana, los cuales son atrapados en las calles de colonias cercanas al sistema lagunario o canales de esas zonas.
“Este estudio no sólo busca mantener las poblaciones de cocodrilos, a través del aprovechamiento sustentable, si no también controlar su reproducción, por lo que de autorizarse por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, el proyecto se pondrá en marcha una estrategia para retirar una parte de los huevos de cocodrilo en cada nido para reproducirlos en incubadoras y después comercializarlos”.
Garza Peña, dijo que con ello, Tamaulipas sería el primer estado en aterrizar este proyecto, ya que que entidades como Oaxaca, Veracruz y Yucatán, existe una veda total.
Explicó que el estudio se realiza con recursos estatales, día y noche, por lo que a la fecha se han detectado 320 cocodrilos en los monitoreos que se realizan solo en las aguas de la presa Vicente Guerrero.
“La Comisión de Vida Silvestre, ejecuta actualmente más estudios en los cuerpos de agua más importantes del estado, donde existen poblaciones de cocodrilos para conocer el número de reptiles que existe en cada zona”.
Dijo que aún falta censar las especies que viven en las desembocaduras de los ríos como el Corona, el Pilón, el Purificación y algunos arroyos que desembocan en la presa Vicente Guerrero, ya que se estima que en esos lugares existen más poblaciones de cocodrilos, además de los que viven en las
inmediaciones de la presa.
Con ello se busca que los pescadores aprovechen las poblaciones de cocodrilos, para comercializar la carne, la piel o los pies de crías que se podrán reproducir a través de incubadoras con huevos silvestres de estos reptiles.
Destacó que de lograr el permiso para el aprovechamiento del cocodrilo en Tamaulipas, no cualquier persona podrá atrapar los cocodrilos, ya que este programa estará regulado por organismos como la Procuraduría de Protección al Ambiente y la SEMARNAT, así como inspectores del gobierno del estado.
“Todo estaría regulado con permisos para evitar la explotación irracional de ese recurso, donde también se harán ranchos en los nidos para sacar una cantidad de huevos y llevarlos a una incubadora y aprovecharlos posteriormente”.
El Vocal de Vida Silvestre, sostuvo que Tamaulipas existe una veda de 40 años por lo que el cocodrilo es una especie natural protegida y sólo existe un permiso para su explotación comercial en la granja del municipio de Casas.
Jacinto Canek, el ejido de los cocodrilos
En el Municipio de Casas, a sólo 44 kilómetros de ciudad Victoria, se ubica el ejido Jacinto Canek, donde más de 50 familias crían más de 500 cocodrilos Moreletti en una granja comunitaria, por lo que son los únicos en Tamaulipas que tienen esos permisos para explotar comercialmente esta especie que ellos reproducen y crían en sus instalaciones.
Por más de ocho años los pescadores de esta comunidad han impulsado este proyecto, el cual no se ha desarrollado totalmente por la falta de apoyo para comercializar la carne y piel de reptiles.
Baldomero Vargas, encargado de la granja, reseña que ha sido mucho trabajo el que realizan los 34 socios que laboran en el proyecto desde hace ocho años en que iniciaron .
“Le apostamos a esto y todavía tenemos confianza que será buen negocio, solo necesitamos más apoyo de autoridades para lograr los contactos y empezar a explotar de forma comercial los cocodrilos”, indica.
Afirma que se cuenta con más de 500 cocodrilos que casi están listos para dar, peso y talla para el sacrificio y aprovechar tanto su piel como la carne.
“Lo que nos frena es que no contamos aún con un mercado seguro, a pesar de que existe una gran demanda de la piel a nivel nacional, ya que hace falta encontrar los enlaces adecuados”.
Abundan en Victoria los saurios
En los últimos dos años la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), ha asegurado en el municipio de Victoria más de 20 cocodrilos, los cuales han sido atrapados en la mancha urbana.
El aseguramiento más importante se registró en el año 2015, al recibir una denuncia anónima que advertía que en un predio se encontraban más de 17 cocodrilos en malas condiciones.
Asimismo, instituciones como Protección Civil municipal en 2016 realizó la captura de tres cocodrilos más, uno en la colonia Moderna y dos más en la colonia Américo Villarreal, los cuales se escaparon de las viviendas donde los tenían en cautiverio.
Pagan en dólares su piel
Baldomero Vargas, indica que la cría de cocodrilos es un gran negocio, que puede dejar ganancias importantes al cotizarse entre los 8 y los 10 dólares
el centímetro de piel del Moreletti.
“También sabemos que el precio de la carne es muy cotizada en países asiáticos, donde el kilo se vende hasta en 40 dólares, mientras que en México se paga entre los 100 y los 160 pesos”, indica. Insiste en que tiene confianza que este proyecto rinda frutos y puedan seguir desarrollandolo.
“Tenemos gente capacitada en el estado de Sinaloa, donde existe una granja similar, los cuales aprendieron a sacrificar el cocodrilo y a cortar la carne”.
Agrega que los 34 socios son los encargados de dar mantenimiento a las instalaciones, los cuales a lo largo de estos años han invertido tiempo, dinero y esfuerzo en mantenerlo.
“No es fácil sostener la granja, ya que los 50 cocodrilos reproductores consumen un promedio de 200 kilos de carpa o de peces que capturan los socios, que son pescadores de la presa Vicente Guerrero”.