Cada día se calienta más la sucesión por la dirigencia del PRI, pero algunos de los aspirantes todavía creen en Santa Claus y serán elegidos sin problemas desde Nuevo León.
Los priístas andan descontrolados, la actual dirigencia encabezada por AÍDA ZULEMA FLORES PEÑA no tiene ni idea de cómo se trabaja sin el apoyo direccional desde el tercer piso, inclusive todavía pide instrucciones de quien considera su líder moral, por lo que las sesiones y nombramientos de consejeros nacionales son palomeados desde una vecina entidad.
Es claro que hasta la fecha, el PRI desconoce que significa ser oposición y luchan como gallinas descabezadas por posiciones sin saber para qué sirven.
Hasta la fecha no hemos visto a integrantes de la actual dirigencia defender al priísmo tan vilipendiado tras la derrota de BALTAZAR HINOJOSA, los abusos contra la clase trabajadora y ahora hasta llega la prohibición de utilizar zapatillas en la Torre Bicentenario.
Son tiempos donde el priismo tendrá la oportunidad de elegir por primera vez a su líder estatal y no la pretenden dejar pasar.
El pasado sábado, el delegado de la SEDATU, SERGIO GUAJARDO MALDONADO, según dice el boletín que mando redactar, se reunió con más de 100 consejeros estatales en un salón de eventos en ciudad Victoria.
El motivo del encuentro fue recibir “su absoluto respaldo para que sea el próximo Presidente del PRI en Tamaulipas”, por lo que pedían fotografías y autógrafos a CHECO GUAJARDO.
Los consejeros que asistieron se deshicieron en halagos, según reza su nota, al asegurar que es el líder que se necesita, pues reúne todas las características que se requieren como un factor de unidad y sería el único capaz de unir todas la corrientes y ganar en el 2018.
En sus alegatos, los consejeros señalan que a CHECO GUAJARDO no le “interesa ser candidato, ni tiene compromiso con nadie, por lo que garantiza su imparcialidad a la hora de elegir a los futuros candidatos”.
Agregan que “es una persona que por su perfil conciliador y respetuoso puede tender puentes hacia los distintos grupos que hay al interior del partido.
Conocemos a SERGIO, es un apasionado priista y sabemos que en los cargos que desempeña siempre ha ejercido un liderazgo horizontal, le gusta escuchar y tomar en cuenta la opinión de la gente, no le gusta imponer su voluntad por encima de las mayorías”, concluyeron.
Definitivamente CHECO GUAJARDO no sabe en donde lo sentaron, los consejeros del PRI no aceptan imposiciones, ni recomendaciones regiomontanas. Su nombre está unido al de un ex gobernador y desde antemano rechazan cualquiera de sus insinuaciones.
Son los tiempos de libertad de los consejeros que exigen renuncie al cargo de la Sedatu, pues las reuniones y labores de convencimiento, acusan, la realizan con recursos de la dependencia.
Y la verdad es que con cien delegados no alcanza llegar a la dirigencia, cuando de entrada tiene más de 300 en contra y son los mismos que ya firmaron su carta de libertad.
Tarde o temprano se llega la hora y finalmente los problemas internos que vivía GONZALO ALEMÁN MIGLIOLO en la Secretaría de Desarrollo Rural lo llevaron a la renuncia.
El priísta se va con la conciencia tranquila, hizo lo mejor y era de los pocos funcionarios que sabía gestionar recursos, al rescatar 15 proyectos estatales con un monto de 175 millones de pesos.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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