CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Aunque el paro de la refinería de Ciudad Madero ha ocurrido según Pemex, con base en su Plan de Negocios 2017-2021, éste ocurre cuando el complejo petroquímico funcionaba a menos del 21 por ciento de su capacidad, especialmente por falta de crudo de petróleo para procesar.
“Pemex Transformación Industrial llevará a cabo el más amplio e intenso programa de mantenimiento integral en la refinería Francisco I. Madero de Ciudad Madero, Tamaulipas. Para ello, se inició hoy el paulatino paro programado de las diversas plantas y servicios asociados hasta llegar en los próximos días al paro total de operaciones”, afirmó un comunicado de Petróleos Mexicanos, fechado el 23 de agosto.
“En términos de los combustibles que la refinería dejará de producir en este periodo de mantenimiento, Pemex está tomando las consideraciones comerciales adecuadas a fin de garantizar el abasto de petrolíferos en el país. Se estima que para fines de diciembre de este año se logre la estabilidad operativa en los procesos de la refinería de Madero para que alcance su nivel óptimo, revirtiendo los resultados financieros negativos”, agregan.
Los resultados negativos refieren a que la refinería Francisco I. Madero procesó en los últimos meses un promedio diario de 75 mil barriles diarios de crudo de petróleo y 32 mil barriles de petróleo petrolíferos, lo que representó en el 46 por ciento total de refinación alcanzado en febrero de 2008 y el 21 por ciento de petrolíferos.
La Francisco I. Madero es la refinería más antigua de México y una de las más antiguas del continente y cumplió un siglo de operar en 2014, tiempo en que la instalación ha sufrido constantes reconversiones e incrementó 12 veces la capacidad instalada que, actualmente es de 186 mil barriles diarios y en 1938, cuando era la más grandes del país, refinaba solamente 15 mil barriles diarios.
Pemex opera un total de seis refinerías en México con una capacidad instalada de refinación de mil 640 miles de barriles día (Mbd) y una más en Estados
Unidos en asociación con Shell, con lo que logra apenas llegar al lugar número 15 en refinación entre las grandes petroleras del mundo
Producción a la baja
Aunque en el promedio general a principio de 2017 la producción de las refinerías de Pemex había caído al 61 por ciento de su capacidad instalada, en la Francisco I. Madero se ubicaba a menos del 50 por ciento pues de los 186 mil barriles diarios que es la capacidad nominal o instalada de esa refinería se produjeron solamente 75 mil.
“Los productos que se obtienen en la refinería de Madero cubren la demanda de su zona de influencia, y en ocasiones, algunos de ellos se exportan de acuerdo a los pactos comerciales que Pemex realiza en el extranjero”, afirma Pemex.
Según cifras de la Secretaría de Energía, actualmente México tiene que importar el 13 por ciento del gas licuado, el 64 por ciento de la gasolina y el 46 por ciento de la turbosina y la idea de la Empresa Productiva nacional, es aumentar la capacidad de refinación para disminuir las importaciones.
La refinería produce Gas Licuado (Gs LP) Gasolinas Pemex Magna, Pemex Premium y Pemex Diesel, Gasavión 100, Turbosina, Diesel Desulfurado, Diesel Marino, combustoleo, Coque, Asfalto y Azufre.
En el plan de negocios, Pemex habla de realizar alianza en la operación de actividades auxiliares y “alianzas para la configuración de las refinerías”, con la presunta finalidad de mejorar la operatividad y confiabilidad, mejorar los costos y poder competir en un mercado, el de la refinación, donde los márgenes de ganancia son muy reducidos.
“A nivel mundial, el mercado mexicano representa el sexto consumidor de gasolinas, el noveno en gas natural y el tercer consumidor de Gas L.P. (Gas licuado de petróleo)”, afirma la Empresa Productiva Nacional.
La reconversión de la refinerías, dice Pemex, “garantizará la seguridad y confiabilidad de los procesos operativos de la refinería y para el de mantenimiento y supervisión, se utilizará la plantilla de trabajadores sindicalizados y de confianza adscritos a la refinería, aseguran.
Modernizarse o morir…
Mientras en la extracción de crudo la ganancia puede ser varias veces superior a los costos de extracción, en la refinación las utilidades son de unos cuantos puntos porcentuales, los cuales tienen una relación directa con la eficiencia y con los costos globales de producción. La Refinería Francisco I. Madero ha tenido frecuentes accidentes en varias de sus líneas en los últimos cinco años, y el reto actual según Pemex, es mejorar sus costos tanto de producción como de logística y de consumo de energía.
La refinería entre sus planes tiene el de diseñar los esquemas de construcción, financiamiento y contratación de los proyectos de cogeneración de energía,
para mejorar sus costos, disminuir las emisiones e incrementar la capacidad de vapor que es la base de potencia en la mayor parte de sus procesos.
También debe reducir el consumo de agua, aumentar el re-uso o reutilización del agua potable y el tratamiento de las aguas residuales, para lograr estándares internacionales de protección al ambiente.
Otra de las reconversiones, la cual requerirá de asociaciones, son la construcción de la planta de Diesel UBA o ultra bajo en azufre, dentro de la
refinería, la cual, pese a su edad, está mejor situada que las de Tula o Salamanca, que carecen de puertos para importación y exportación de productos.
La producción en todas las refinerías ha caído tanto por la falta de producto, especialmente de petróleo ligero para producir gasolina de alta calidad denominada UBA o ultra baja en azufre y la obsolescencia de varios de los procesos.