Dos legados dejamos a nuestros hijos: Uno, raíces. El otro… alas.
LO CLARO: la transparencia en los actos públicos deberá ser instaurada como una forma de vida.
Enseñados en las aulas a las nuevas generaciones. A quienes nos toca la responsabilidad de condicionar a que existan de modo obligatorio, apenas entendimos el verdadero significado de la llamada ‘contraloría’.
Ahora, órganos a los que hemos dado la potestad de vigilar con lupa a todos y cada uno de los organismos públicos —gobierno federal, estatal, municipal, salud, educación, seguridad, elecciones, etc.— deben impulsar que los que aún se encuentran en las aulas, a que la transparencia en los actos de gobierno se constituya en un vocabulario de uso diario.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas tuvo la atingencia de recibir para la impartición de una conferencia magna al doctor Joel Salas Suárez, comisionado nacional del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos IFAI.
La conferencia “Gobierno Abierto”, fue dirigida a alumnos y profesores.
Se trata de establecer los vínculos de confianza con los organismos públicos y de conformar una relación más expedita entre autoridad y ciudadanía.
LO OSCURO. Y hablando de transparencia, por fin entendí hacia dónde nos lleva el enorme impulso mundial por salvaguardar la energía del futuro.
La estratégica observación de los pozos petroleros en funciones y la de los yacimientos futuros por parte de quienes son los verdaderos dueños de éstos, en todo el mundo.
Una esclarecedora charla con un amigo analista puso al descubierto los nombres de quienes mandan.
¡Ahora entiendo!
Nerón fue el último heredero del legado de la dinastía romana Julio-Claudia. Siguió a éste, la flavia (Vespasiano, Tito, Domiciano) que alargó el imperio por espacio de otros cien años.
En Inglaterra, la Casa Windsor sigue siendo representada por el legado de Isabel II en su persona.
Hay muchos más ejemplos de herencias de poderosos.
Lo que nos obliga a voltear hacia la poderosa Casa Bush. Sí, con nuestros vecinos del norte y precisamente avecinados en el estado de Texas.
George Prescott Bush III. Su ascendencia es implícita a su nombre. Nieto del ‘Presidente’ (nunca dejan de llamarse presidentes, aún después de su encargo) George ‘padre’. Sobrino del presidente George W II.
Hijo del ex gobernador de Florida, Jeb Bush. Su madre, inmigrante mexicana. Columba Garnica Mayo.
La poderosa estirpe de políticos-empresarios petroleros Bush, ha conseguido el primer escaño en la vida pública para el jovencito eslabón (tiene 38 años). Será el nuevo Comisionado de Tierras para el estado de Texas, lo que significará los permisos necesarios para la explotación y regulación de la extracción del energético almacenado en el subsuelo.
Su padre sigue en el tintero político y se enfila a buscar la nominación a la sucesión de Obama, en el aún lejano 2016.
La mesa se está poniendo para que el futuro brille —y destelle— a favor de los que detentan el poder energético en el mundo.
Foguearán en escenarios locales al joven Bush III, (que por cierto habla español y es de tez morena) de manera que en el espectro de la dominancia mundial de los energéticos, los Bush seguirán manteniendo el cetro.
Alguna vez alguien especuló la asociación del apellido en los negocios con el entonces jeque Osama Bin Laden.
Su poderío no ha decrecido ni un centímetro.
Y especulamos… que ya tengan echado el ojo a nuestro país.
No en balde se llevaron a Columba…
Habrá otro presidente Bush. Ni duda. El que controla el combustible, controla el mundo.
COLOFÓN: El legado que discretamente pretendí dejar a mi hijo, era que su segundo nombre fuera ‘Noera Penal’… No me dejaron. Habría sido popular.
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