@ La defensa de Erick Silva no será nada sencilla. Si bien tomó la decisión de salir a los medios para negar las acusaciones en su contra y con ello desestimó que pretenda fugarse para burlar a la justicia norteamericana, el camino para el ex alcalde de Matamoros luce muy cuesta arriba.
@ Porque aunque él desconozca el proceso judicial en su contra, la información publicada ayer está basada en un comunicado oficial de la Fiscalía Federal de Estados Unidos, y en todo caso, sería cuestión de días para que sea notificado. A su favor, o en contra según el cristal con que se mire, jugó que ayer fue un día feriado en el país vecino.
@ El problema para Silva es que no puede negar que tiene al menos una propiedad en Brownsville y varias cuentas bancarias en Estados Unidos (ayer lo reconoció), y tampoco pudo explicar el monto de ese patrimonio y cuáles son sus empresas con las que supuestamente obtuvo los recursos.
@ En resumidas cuentas, a Silva lo que le conviene es contratar un buen equipo de abogados que lo ayuden a librar lo que parece una acusación sólida en su contra. Porque su comparecencia ante la opinión pública contribuye, pero de ningún modo soluciona el problema.
@ Tampoco hay forma de ignorar que en algo tiene razón: esta acusación que incluye supuestos delitos cometidos hace más de cinco años, llega a unas cuantas semanas de que su partido defina las candidaturas para las diputaciones federales.
@ No deja de tener razón Erick cuando afirma que sus enemigos políticos están sacando raja política a su tragedia personal, pero ni con el silencio de sus adversarios atenuaría el gran broncón que le ha cambiado la vida, no solamente su carrera política.
@ El vacío que ayer le hicieron quienes hasta hace unos días lo impulsaban, comprueba que nadie en el tricolor está dispuesto a meter las manos al fuego por él, por más que —como él mismo se promociona— sea un buen gallo para recuperar la diputación.
@ En el país el horno no está para bollos. Y si ayer en conferencia de prensa aseguró que su partido a nivel estatal y nacional lo apoyan, en el fondo el ex alcalde debe estar seguro de que en esta ocasión tendrá que salir de esta tormenta por sus propios medios.
@ Mientras tanto, en el PRI traen también sus apuros que no son los mismos de Erick pero sí tienen que ver con su caída en desgracia. El tricolor, de golpe y porrazo ha perdido al único prospecto matamorense que tenía posibilidades de ganar o por lo menos de pelear decorosamente y de asegurarle una buena cantidad de votos.
