MÉXICO, D.F.- Hay que soñar, el Chavo del Ocho lo decía siempre. Y Fábio Ribeiro, fan brasileño de Roberto Gómez Bolaños, lo hizo y convirtió en realidad su anhelo en 2013, cuando tuvo la oportunidad de visitar a su ídolo en su casa de Cancún.
«Todos los niños tenemos un rinconcito especial en donde nos escondemos cuando queremos soñar», fue una de las primeras cosas que el cómico dijo a su cámara. Y el rinconcito del Chavo del Ocho era su barril, añadía.
Rebeiro, de 33 años, relata que creció viendo al Chavo del Ocho y así aprendió español. Desde 2011 este profesor de idiomas y músico planeó su visita a México con el único fin de conocer a Roberto Gómez Bolaños. Pero fue hasta enero de 2013 que lo logró.
Acompañado de su amigo Mauricio Trilla visitó a Gómez Bolaños y a Florinda Meza en su residencia de Cancún.
«Cuando lo conocimos estábamos casi con la garrotera», dijo Rebeiro al diario colombiano El Tiempo, refiriéndose al famoso ataque conocido como la ‘chiripiorca’ que le daba a su personaje Chaparrón Bonaparte.
«Es un artista de los pies a la cabeza», le dijo Gómez Bolaños en esa ocasión, refiriéndose a que Rebeiro compone música, diseña, toca el piano desde los 9 años y dibuja.
En dicha visita Gómez Bolaños envía un saludo a todos sus fans brasileños. Lamenta no poder estar en Brasil por su estado de salud. «La vida me ha tratado muy bien, pero al final tengo que pagar un poquito. Muchas gracias por seguirme y por los tuits que envían. Me sinto muito obrigado», dice Gómez Bolaños.
«Saudade es una palabra maravillosa. Amo a todos los brasileños y les agradezco infinitivamente todo esto que continúan haciendo por mi», añade.
Florinda Meza también envía un mensaje a los brasileños. «¿Saben qué es la vida? Es valorar no lo que queremos tener sino lo que ya tenemos. Sean felices, en cada hora, en cada instante», dijo.
Pero una vez cumplido el sueño de Rebeiro una sorpresa más le aguardaba en su estancia en Cancún. Recibió una segunda invitación a la casa de su ídolo.
En esta ocasión Ribeiro quiso sorprender a Gómez Bolaños con un obsequio. Le dibujó el retrato de su madre Elsa Bolaños Cacho y tocó en el piano la canción de Buenas noches vecindad que sonaba en el programa de La vecindad del Chavo.
«Como usted nos regaló toda su vida le vamos a regalar algo nuestro. Espero que le guste», dice Rebeiro al sentarse al piano. Tocó y cantó la canción en portugués. Rebeiro relata que los ojos de Gómez Bolaños se llenaron de lágrimas, pero no lloró.
«Ese fue el espectador más especial para el que toqué en mi vida», dice Rebeiro orgulloso.
Con información de Univision