VICTORIA, Tamaulipas.- La casa Filizola, ubicada en el 13 y 14 Hidalgo fue declarada patrimonio histórico-artístico en el año 1991.
Es un inmueble que se comenzó a construir en el año 1884, en la entonces Calle Real de Victoria.
Su fachada se distinguía en la época por los relieves de piedra azul de la huasteca potosina, el material de construcción que se eligió para distinguir uno de los edificios de arquitectura civil en el último tercio del siglo XIX. La residencia iba de la Calle Real a la calle Juárez, en este extremo de la casa hacia el lado sur estaba la entrada y salida de carruajes. Sobre la puerta de entrada y en la parte superior del segundo piso estaba una inscripción “1884 Filizola Hermanos”.
Es a la fecha uno de los edificios más bellos de la Ciudad construido por miembros de la primer familia europea, no española que llegó a Victoria.
Hoy los descendientes en su séptima generación serán testigos de la obra de Francisco, Blas y Nicolás Filizola, familia originaria de Torraca, provincia de Salerno, al sur de Italia.
Se les recuerda por su gran avance en producción agrícola, utilizando técnicas europeas y por la venta de un aguardiente de caña y anís, de nombre “Acua Vitae”.
Su hacienda “San Francisco” estaba situada en Padilla, se recuerda que ellos compraban cosechas completas con los agricultores vecinos.
Y fue gracias a la visión de Juan Filizola Brandi, quien contrae matrimonio con Juana Pier Cárdenas, que la familia Filizola llega a nuestros días a través de María, Laura,Francisco, Silvia, Atilio, Humberto, Arnoldo y Renato, las semillas de una historia.
Francisco Filizola, emigró a México junto con sus hermanos Blas y Nicolas en el año 1860, al llegar a este país y antes de colocar los cimientos de su fortuna en Victoria, vivieron en varias ciudades, incluso el Puerto de Tampico.
Los días de gloria de la familia que vivía en la calle Hidalgo 22, acabaron con la oleada de conflictos que dejó la Revolución Mexicana y más tarde el Club Agrarista, que encabezó en Tamaulipas don Emilio Portes Gil.
Don Juan Filizola, hijo de don Francisco Filizola, logra amasar una fortuna y al fallecer en 1936 deja un par de casas, terrenos en la avenida Hidalgo y Colón, Los Ébanos, un terreno dedicado a la labor, acciones en compañías mineras y la ex Hacienda en Padilla, Tamaulipas.
Don Juan, había dejado sus estudios en Italia a los 22 años de edad con la intención de reunirse otra vez con su padre en México. Victoria ya lo estaba esperando.
El rescate de la Casa Filizola puede concluir en los primeros dos meses de 2015.
Los trabajos avanzan y hasta el momento no hay tesoros secretos ni sótanos encantados que puedan seguir alimentando leyendas.




