21 abril, 2025

21 abril, 2025

Veracruzanos, los «migrantes» que tamaulipas adoptó

Diariamente 18 mil veracruzanos cruzan el Pánuco para estudiar, trabajar o divertirse en Tamaulipas; sin embargo, esa relación comercial continúa estancando al vecino del sur.

TAMPICO, Tamaulipas.- Diariamente 18 mil veracruzanos cruzan la frontera para estudiar, trabajar o divertirse en Tamaulipas. Los migrantes ‘cotidianos’ no sólo ocupan una plaza laboral o estudiantil, también gastan su dinero en los negocios tamaulipecos o, inclusive, establecen empresas exitosas. Sin embargo, la relación comercial entre el norte y el sur continúa estancando a la huasteca veracruzana, coinciden autoridades locales y empresarios de la región.

En Pueblo Viejo y Pánuco se gestó históricamente el progreso de la zona metropolitana tamaulipeca. En la época prehispánica, el territorio, ahora pueblovejense, fue el principal centro comercial de los huastecos. Tras la llegada de los españoles a la región, la fiereza de los huastecos asentados en la ribera final del Pánuco evitó que los colonizadores desembarcaran. No obstante, tiempo después de que se establecieron en la villa de Santiestaban del puerto, hoy Pánuco, regresaron a invadir la casa huasteca.

Pero el rumbo de los pueblos veracruzanos cambió cuando Fray Andrés de Olmos recibió el aval para fundar San Luis de Tampico en 1554. Desde ahí se planeó y consolidó la evangelización de los pueblos indígenas. Con ello, llegaron los españoles para asentarse en el pueblo. El asedio de los piratas provocó que se mudaran a Tampico Alto. No obstante, en Pueblo Viejo se abrió la primer aduana de la región. La afrenta colonialista prosiguió hasta la fundación del Nuevo Santander. Ahí comenzó la afectación comercial en el lado veracruzano.

“Surge la Nueva Santander, empiezan a llegar allá gente con una visión más amplia; se dan cuenta que la aduana de Pueblo Viejo daba el capital. Ellos piden autorización al presidente Gómez Pedraza para fundar el pueblo del otro lado del río. Es cuando gente de Altamira funda Tampico. Pocos años después los diputados del Congreso de Tamaulipas presentan la propuesta para crear una aduana en Tampico, Tamaulipas. El Presidente recibe a pueblovejenses que piden que no autorice la aduana, porque al dar el aval la localidad se va morir o atrasar; Gómez Pedraza no lo autoriza. Sin embargo, en un recorrido de Santa Anna por Tampico logra apoyar el proyecto y consigue una autorización provisional para fundar la aduana”, narra la cronista de Pueblo Viejo, Zafira Heredia Torres.

Durante un largo período operaron las dos aduanas. Sin embargo, el flujo comercial favoreció a la tampiqueña. Esto no menguó en que la fuerza laboral siguiera viniendo de las localidades veracruzanas. El contexto histórico deja entrever las complejas relaciones que se dieron hasta el presente. Empero, en el auge petrolero los compañías operaban en los pueblos vecinos a Tampico. Cuando se nacionaliza la industria petrolera, Pueblo Viejo se estanca. Los pobladores asimilan el trajín del viaje por el río Pánuco.

En la actualidad un pueblovejense soltero que labora en el sur de Tamaulipas gasta hasta 38 pesos en pasajes; en el caso de las familias el monto de dinero invertido es mucho mayor. El empresario del norte de Tamaulipas, Gabriel Legorreta Stephen, advierte que uno de los problemas que dañan más a los obreros pueblovejenses es la imposibilidad de comprar una casa en su municipio, debido a que el Infonavit les designa a Tamaulipas como sitio de adquisición del hogar.

Legorreta Stephen es uno de los inversionistas con raíces en el norte de Veracruz, que apostó por desarrollar sus negocios en el sur de Tamaulipas. Empero, continúa con propiedades en el lado veracruzano, donde persiste su interés por las actividades económicas primarias. Además, ha señalado que los 22 kilómetros de ribera del río Pánuco representan un potencial no explotado en las actividades industrial y turística.

Una muestra del leve progreso económico pueblovejense son los indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Pese a tener playa no hay hoteles cercanos; la oferta turística es una franja de restaurantes que son visitados durante todo el año. Ante tal escenario, los 55 mil habitantes, la mayoría no cuenta con sistema de drenaje, prefieren subir a una lancha, cruzar el río y gastar su dinero en algunos de los 3 municipios tamaulipecos.

La fuerte presencia de la mano de obra veracruzana, que en promedio cursó hasta segundo grado de secundaria, robustece los sindicatos tamaulipecos, principalmente en el ramo industrial establecido en Altamira. Los trabajadores no sindicalizados se ocupan en las labores de los mercados municipales y negocios del centro de Tampico y Ciudad Madero. Esto se refleja en el intenso flujo de personas que día con día se observa en los 7 pasos de lancha ubicados a lo largo del río Pánuco. Padres que pasan a dejar a sus hijos a la escuela y después se van al trabajo; madres que vienen por los niños; jóvenes que cruzan el río para divertirse o comer un helado.

“Tampico, Ciudad Madero, Altamira, Pánuco y Pueblo Viejo estamos íntimamente relacionados por la cultura. Finalmente somos una zona conturbada, en la que todos mantenemos una relación recíproca en la que estamos involucrados para el desarrollo de la misma, todos. Todos dependemos de una misma raíz, que es la huasteca. Pero que en la cultura y los acontecimientos históricos mantenemos una estrecha relación de la que todos hemos formado parte, de alguna forma”.

 

Un pueblovejense en cada negocio

En todos los restaurantes, centros comerciales, lugares de esparcimiento de Tampico, Ciudad Madero y Altamira siempre encontramos un pueblovejense trabajando, presumió el alcalde de Pueblo Viejo, Manuel Cuán Delgado. Empero, este fenómeno de migración pocos lo celebran continuamente. Al contrario, lo condenan pues es una muestra del atraso generado desde la capital de Veracruz para el primer municipio de la región.

Sin embargo, el alcalde pueblovejense lo ve por el lado amable, insistió que a cualquier sitio que acude se encuentra con un ‘paisano’ trabajando. Dicha situación la interpreta como una fortaleza, como la aportación de mano de obra vital para el desarrollo del sur de Tamaulipas. No obstante, en los últimos dos años la situación ha mejorado con la instalación de parques de construcción de plataformas marítimas. Esto ha causado que obreros que habitan en el territorio tamaulipeco crucen al veracruzano.

“Históricamente el ancla comercial de la zona norte de Veracruz es Tampico, Ciudad Madero y Altamira, industrialmente. Por eso es la preocupación de su servidor de establecer vínculos comerciales estrechos y cimentar el desarrollo turístico, comercial e industrial de Pueblo Viejo, para poder ofrecer a nuestros ciudadanos oportunidades de empleo ahí mismo”, declaró Cuán Delgado.

El presidente municipal aceptó que la zona norte de Veracruz sigue marcada por el olvido de las cúpulas gubernamentales establecidas en Xalapa y el Distrito Federal. Señaló que el estado ‘desastroso’ de las finanzas del gobierno de Javier Duarte de Ochoa le pegan de lleno a los municipios que siempre han sido relegados. Explicó que tan sólo este año entregó el proyecto para la construcción de un hospital general. En las oficinas ubicadas en la capital jarocha se lo recibieron, pero no ha respondido. Por ello, agregó, sigue buscando en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y las diferentes comisiones de la Cámara de Diputados.

Manuel Cuán dijo que asuntos aparentemente sencillos, como la reparación del tramo carretero del puente Prieto, ‘obligación del gobierno estatal y de los operadores de la caseta de peaje’, no se ha realizado.

Derivado del nulo apoyo, el alcalde decidió apoyar a la población que bloqueó la caseta durante tres días. “Incluso fueron demandados por la empresa y tuve que intervenir para que retiraran la demanda. El gobierno dice que no hay recursos”.

El político que naufragó del PRI al PRD descarta que la falta de respaldo a sus proyectos sea por revancha  partidista. Insistió que la deuda financiera del gobierno de Veracruz consume casi el 60 por ciento de los recursos, en los abonos de los préstamos. La deuda se habla de entre 60 mil a 80 mil millones de pesos.

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