VICTORIA, Tamaulipas.-En lo que fue la noche del sábado y madrugada del domingo dos personas perdieron la vida al ser arrollados en diferentes horas y puntos de la ciudad. En uno de los hechos el responsable huyó, mientras que en el otro fue detenido.
En los dos casos prevalecieron los factores de la velocidad y el estado de ebriedad, según informaron las autoridades.
Tránsito Local, explicó que el primer caso fue a las 21:30 horas en las calles Río Corona y Soto la Marina, en la colonia Tamatán.
Tendido en medio de la calle quedó el cuerpo destrozado de Jacinto de León Cervantes, de 74 años y quien tenía su domicilio en manzana 16, lote 14 de la colonia antes mencionada.
De León Cervantes prácticamente fue arrollado en las afueras de su casa.
Familiares, al darse cuenta que se encontraba lesionado, decidieron llamar a los elementos de la Cruz Roja por lo que éstos acudieron al sitio, pero por desgracia, ya no había nada qué hacer pues el hombre se encontraba sin vida.
Según el reporte, el anciano sufrió fracturas múltiples en brazos, piernas y cráneo, por lo que su muerte fue casi instantánea.
El responsable huyó y se tiene el dato de que iba a bordo de un coche Dodge Neón de color rojo.
El accidente se desarrolló cuando el anciano salió de su casa y trató de cruzar la calle Río Corona.
Por desgracia, cuando iba a mitad del camino, fue alcanzado por el Neón, el cual era manejado a exceso de velocidad y se desplazaba de Poniente a Oriente.
El impacto proyectó, a por lo menos 20 metros al humilde anciano, mientras que sus zapatos volaron.
Uno de ellos fue a caer al techo de un domicilio, mientras que el otro a 36 metros del sitio del impacto.
La unidad de investigación de la mesa uno de la Policía Ministerial, acudió a tomar conocimiento de los hechos.
El cuerpo fue identificado por su sobrina Marisela Puente de León, de 24 años y con domicilio en la colonia Estudiantil.
La policía continúa con las indagatorias.
La segunda víctima
Este accidente ocurrió a las 03:00 horas en la avenida Familia Rotario, frente a la tienda “GranD Hombres Ilustres”.
Destrozado y sin vida quedó sobre el asfalto el velador Pedro Velázquez, de aproximadamente 65 años de edad y quien tenía su domicilio en la colonia Satélite.
Al sitio habían acudido elementos de la Cruz Roja pero nada pudieron hacer ya que el anciano había muerto al instante.
Por su parte, los policías de la Estatal encontraron aún, dentro de su camioneta a Sergio Alejandro Cruz Salas, de 39 años de edad y residente del 18 Veracruz y Alejandro Prieto de la colonia Pedro José Méndez.
El hombre se encontraba prácticamente “noqueado” debido al choque que provocó, ya que después de arrollar al velador se fue a estampar contra la cortina metálica de un negocio.
Una vez revisado, el presunto homicida fue llevado a las celdas del 2 Zaragoza.
El accidente se debió al exceso de velocidad y el estado de ebriedad en que éste andaba.
Los hechos se desarrollaron cuando Sergio Alejandro manejaba una camioneta Chevrolet Blazer y la llevaba en sentido de Oriente a Poniente por el bulevar Familia Rotaria.
El chofer la llevaba a exceso de velocidad y justo en la entrada de la tienda «GranD Hombres Ilustres» embistió al velador, quien manejaba un bicicleta tipo Montaña.
El golpe fue tan fuerte que el humilde anciano salió disparado de su bicicleta y su cuerpo se estrelló contra un árbol de ornato para luego ser proyectado a los carriles contrarios de circulación.
Según los médicos de la PGJE, el hombre quedó destrozado de piernas, brazos y cráneo.
El chofer de la camioneta perdió el control y pegó primeramente con el camellón central para luego irse a la extrema derecha, golpear con la banqueta y meterse a un local comercial.
Una cortina de acero que protege el local quedó destruida al igual que la camioneta del homicida. Personal de Periciales acudieron al sitio y tomaron detalles de lo ocurrido, dos horas y media después del percance acudió el Agente del Ministerio Público Investigador Ángel Valencia Martínez.
Mientras tanto, el perito de Tránsito Local, Sergio Garay Guerrero, ordenó a la Policía Estatal la custodia del presunto homicida para que declarara y después enviarlo con el fiscal.