MÉXICO, D.F.- Contento porque seguirá en las filas de Pumas de la UNAM, el mediocampista Daniel “Hachita” Ludueña confía en tener más minutos en el Torneo Clausura 2015 para rebasar los casi mil que disputó en el Apertura 2014, incluida la liguilla.
Ludueña, quien cumplió ya una década de vivir en nuestro país, valoró que fue de los pocos no nacidos en México que contó con la confianza del técnico Guillermo Vázquez Herrera para continuar en las filas de los “felinos”, en lo que será su tercer torneo corto con ellos.
“Me tocó quedarme y le dije (a Guillermo Vázquez) que estaba muy contento. Obviamente que el problema lo va a tener el técnico (de darle más minutos). Se fueron muchachos que por los minutos que tuvieron no pudieron desenvolverse, no quiere decir que sean malos jugadores, siempre se trató de ayudarlos”, comentó.
El jugador nacido en Córdoba, Argentina, hace 32 años y naturalizado mexicano recientemente se mantuvo en la escuadra auriazul, lo cual no sucedió con los también argentinos Martín Romagnoli, quien jugó mil 373 minutos, Diego Lagos (106), y Francisco Dutari (98), mientras él totalizó 998.
“Hachita” espera convertirse en elemento de confianza para el timonel, pese a la llegada de refuerzos en el mediocampo universitario, así como volver a mostrar el nivel que tuvo en Tecos y Santos Laguna, sus dos primeros clubes en el balompié mexicano.
“Ojalá, Dios quiera. Si así va a ser, juego la lotería al ratito y me gano algo. Obviamente que trabajo, vine desde que me tocó venir a la pretemporada, hice el trabajo con todos mis compañeros, me siento muy bien, contento”.
En rueda de prensa señaló: “Ojalá pueda jugar, pueda ayudar a mis compañeros y hacer bien las cosas. Creo que si el equipo anda bien, las individualidades van a empezar a salir solas. Ahora a demostrarlo en la cancha”.
Como todo refuerzo en un club de cualquier liga, reconoció que pondrá lo mejor de sí, pero jugar no será decisión suya.
“La responsabilidad es siempre la misma, desde el lugar que me toque. De verdad que me sentía muy bien, que cuando me tocaba jugar (debía) demostrar que tenía ganas de jugar, que estaba para jugar, pero después el técnico es el que decide”.
A tres días del inicio de un nuevo año tiene anhelos definidos como ser humano y en el plano profesional: “Los deseos son, en lo grupal tener un gran torneo, lleno de satisfacciones, alegrías. En lo personal mucha salud, para mis compañeros, que sea un gran año para todos”.