MATAMOROS, Tamaulipas.- Durante el 2014 fueron expulsadas por esta frontera entre 23 mil y 25 mil personas, de las cuales se estima que el 70% fueron hombres, 20% mujeres y el 10% niños, los cuales llegaron a Matamoros sin familiares o, en su defecto, solamente con su madre.
Pese a que las cifras no son exactas puesto que el Instituto Tamaulipeco del Migrante (ITM) cerró operaciones desde la segunda semana de diciembre, y los Grupos Beta únicamente emitieron información de manera extraoficial, se podría esperar que estas cifras sean superiores.
Esto debido al número de apoyos que realizó el módulo de atención a migrantes perteneciente a la Diócesis de Matamoros en la Central de Autobuses Lucio Blanco, tiene entre sus datos que recepción a 18 mil expulsados —únicamente los que llegaron hasta sus oficinas—, pues existen cifras que, por lo menos, el 25% restante no lo hizo.
Juan Antonio Sierra Vargas, responsable del módulo de atención a migrantes, recordó que de marzo a junio, por esta frontera, se presentó un fenómeno de atención a niños deportados que llegaban a suelo matamorense.
Explicó que «el inicio fue un seguimiento a lo que terminó el 2013, pues durante los primeros tres meses del 2014 fueron muy fuertes ya que se recibieron entre 5 mil y 6 mil personas».
«Tan sólo un día recibimos 410 personas en febrero, lo que nos incrementaba el número de atenciones mensuales», señaló.
La Diócesis de Matamoros es la única que trabaja en conjunto con el ITM, pues ningún otro organismo lo hace en los municipios de Nuevo Laredo y Reynosa, donde también existen estas dependencias estatales.
Expresó que «de mayo a julio atendimos por mes a poco más de 1 800 expulsados, lo que aún continuaba siendo una fuerte cantidad».
