VICTORIA, Tamaulipas.- Con ocho hijos que sostener y una lesión en la columna que lo invalida, Marcelino Hernández Rufino fue rechazado dentro de programas sociales para mejoras de vivienda, pese a que son una familia en extrema pobreza.
Su suerte, dice, es que vive en un área irregular en lo alto de la colonia Bethel, y por ello, no tiene acceso a los programas sociales, en cuanto a mejora de vivienda.
«Aquí vinieron y les pedí unas láminas, porque se me mete el agua, el frío; se me han mojado mis güercos, y pues necesitaba ayuda, pero me dijeron que simplemente no, porque vivía en un área irregular», dice.
Otros del municipio, agrega, también llegaron con promesas de láminas para las casas y barrotes, pero nunca cumplieron.
«Antes cortaba leña y la vendía en las colonias de abajo. Ahora ya no puedo porque tengo un problema en la columna, pero pues hacemos lo que podemos para subsistir», afirma.
En la tarea de traer dinero a la casa, hasta los niños le entran a los mandados, tareas como el chapoleo; todo se vale para lograr el día.
Su casa está ubicada en un área donde un canal natural le quita más de la mitad de la zona habitable, por lo que están en declive y sufren las corrientes directamente cuando hay lluvias.
«Hubo quien prometió, vino, hizo campaña, y se fue con votos de aquí, y no cumplieron. Desde que recuerdo, nadie, ninguna figura política se ha dado una vuelta para ver las condiciones en que vivimos muchas familias en extrema pobreza», reprocha.
«Siempre vienen pidiendo el voto, se los damos, y nos traicionan», señala.
«Vino uno pidiendo el voto; ahora ya es diputado y aunque nos conoce, ni una visita nos ha hecho; sería saludable que hiciera campaña médica en esta colonia, porque hay gente enferma y con necesidades», finalizó.