Una de las noticias de mayor impacto en el cierre del año pasado fue que Miguel Layun volvería a Europa. El capitán y dos veces campeón de México con América, participará en la Segunda División de Inglaterra con el equipo Watford, cosa que desde mi punto de vista es increíble, aplaudible y fenomenal.
Reacciones encontradas han surgido, de todo tipo, en cualquier grupo de amigos hubo reacciones donde unos aplauden que se vaya al viejo continente, donde por cierto está el mejor fútbol del mundo, y otros indicaban que lo mejor hubiera sido seguir en México donde ya lo tenía todo.
Ese es el punto, ya lo tenía todo, vivía en una zona de confort, que le costó tener y lograr, pero ya estaba en la parte más alta, capitán y campeón del equipo con más impacto en México, en el balompié mexicano algo para él más arriba no había.
Tampoco le faltaba soñar con Selección Nacional, pues ya jugó el Mundial de Brasil 2014, posiblemente le alcance para otro al que llegará en su plenitud.
Ya es ídolo, ya logró apagar esa tendencia donde todos lo mataban y criticaban con el «Todo es culpa de Layun» (que le decían cuando ni jugaba), mejoró en sus condiciones y pisó alto. Tengo que aceptar que no se me hace el mejor jugador de México, pienso que tiene grandes limitantes técnicas, pero donde sí es muy fuerte es en la mente, y eso muchas veces suple lo demás.
El entrenador de la Selección, Miguel Herrera, declaró sobre el tema que «No tenía porqué ir a sacrificarse y menos para ir a jugar a la Segunda División, la Segunda División de ningún país es mejor que la primera de cualquier país, entonces creo que sí tomó (Layún) una decisión completamente mala».
Al ‘Piojo’ se le olvida que para ser entrenador de la Selección un día tuvo que empezar desde abajo, pasar por Atlante, Tecos y Veracruz, nada es gratis y todo tiene su proceso.
Respeto la opinión de Herrera pero no coincido, la ambición de Layún es regresar a Europa, muy joven se enroló con el Atalanta de Italia, no tuvo muchos minutos, el equipo pasaba por una crisis y le dejaron en claro que no habría oportunidad a jóvenes, además en ese tiempo la neta era impetuoso pero con más limitaciones en sus pies.
Layún tiene esa espina clavada y para volver a hay que sacrificar muchas cosas, su sueño es estar en un grande de Europa, y estando en México está realmente más lejos que estando en el viejo continente, aunque sea en una Segunda División.
Le aplaudo a Layún, su historia es digna de un libro, tiene la posibilidad de fracasar, pero también de triunfar, pues no le tiene miedo a lo que pueda pasar, simplemente se lanza en busca de sus sueños, trabaja y ya después que venga lo que sigue, gran ejemplo de este veracruzano que no parece mexicano.
@danielrios10