Esta noche inicia la cuadragésima participación de Correcaminos en la segunda categoría del fútbol nacional; 39 oportunidades pasadas de trascender de las que sólo una, por increíble que parezca, se ha logrado levantar el título y en tres oportunidades se ha llegado a la instancia de disputarlo.
Que me disculpe el profesor Alex Aguinaga y todos sus muy dispuestos jugadores de refuerzo que llegaron para intentar al menos acercarse al objetivo, pues seguro estoy que no es su culpa que este equipo cumpla a partir de hoy 20 años de ser una institución de segunda división y que en el triple de tiempo que pasó de ser un equipo semiprofesional a conquistar el ascenso (de 1980 a 1987), simplemente se limite a vender una idea ya muy poco creíble que se mueren en la raya por conseguirlo.
Si bien hemos sido optimistas en el análisis, aunque no esté en nuestro papel serlo, las contrataciones me siguen pareciendo sobrias y la gran parte de ellas prometedoras -no todas- cabe señalar que el mentado beneficio de la duda ya no se puede otorgar ni merecerlo; la afición sabe y actualmente tiene a su alcance múltiples herramientas para conocer de cabo a rabo las carreras de los nuevos jugadores de Correcaminos e incluso desmenuzar sus capacidades futbolísticas mostradas en otras latitudes para sacar una conclusión y hacer un pronóstico de lo que puede venir.
En ese tenor creo también que el margen de error ya no existe para Correcaminos, la afición está entusiasmada toda vez que en apariencia Alex Aguinaga ha conformado un equipo vertical, netamente ofensivo y con ese equilibrio defensivo que en los últimos cinco torneos ha tenido; aquí lo importante es el espectáculo, los goles y por supuesto, el resultado.
Correcaminos caminará durante todo el torneo al filo de la navaja, la gente no está dispuesta a perdonar un traspié y la crítica desde la tribuna irá de extremo a extremo: si se pierde es más de lo mismo, si se gana, entonces tienen derecho a una semana más de esperanza. El empate se deja en veremos, al gusto de cada quien.
Al menos eso es lo que se percibe tras el hartazgo marcado que se palpa en cada conversación.
Me resulta interesante que el director deportivo de Correcaminos reconozca varios aspectos como la reducción del presupuesto por parte del gobierno del estado para la actual campaña, aunque asegura que es debido a la crisis que se vive en el país, me queda claro que es un recorte natural ante los nulos resultados entregados en la época reciente.
Asegura que no tienen adeudos, toda vez que a nivel nacional los severos críticos que antes adulaban todo lo que fuera naranja, olía o pareciera de Correcaminos, que hoy señalan una crisis económica que advertíamos hace unos meses; supongamos que no hay deudas, pero lo que si no hay es un compromiso con esos medios que eran recibidos aquí con alfombra roja y que hoy, cuando se ha acabado el cariño, dan la espalda vilmente a quien los atendió a cuerpo de rey.
Mientras los medios locales seguimos sorteando el desprecio y el trato que en varias ocasiones brindan quienes se creen de primera.
En fin, cada cosa su justa dimensión y lo importante es la historia deportiva que esta noche se empieza a escribir en Zacatecas, donde los naranjas, con un frío que calará hasta los huesos tendrán que ir dándole calor y color a la liga para pintar como favoritos desde la mismísima jornada uno.
Veremos y redactaremos.
@luisdariovera
