Este jueves se registrarán los cuatro candidatos del PRI restantes a las diputaciones federales; completaron el ‘team’ tricolor Esdras Romero Vega, Alejandro Guevara Cobos, Édgar Melhem y Yahleel Abdala, quienes a empujones, estirones y con fórceps lograron el consenso para ser los abanderados el 7 de junio.
Así es mis queridos boes, los cuatro anteriores se sumarán a Paloma Guillén, Miguel González Salum, Daniel Sampayo y María Esther Camargo, quienes ya están escogidos desde hace dos semanas y unos días.
La tarea que tendría que comenzar el PRI a partir del jueves que esté el cuadro completo, es el de la curación de las heridas que deja el proceso, muy particular en los municipios grandes, porque hay áreas donde el sangrado paró, pero ya se nota la ‘pus’, se advierte la infección.
Me refiero a por ejemplo en Victoria, donde por más que se diga que su candidato Miguel González Salum cuenta con el apoyo de todos los otros que aspiraban y en el distrito se respira la unidad tricolor, la realidad es otra.
Lo vimos el mismo día del registro del ex tesorero estatal, ahí había un puñado de señoras gritando en desacuerdo con su candidatura, alguien las mandó, alguien las movió, alguien les pagó. Bueno, ese alguien es obvio que no está conforme.
Y es que ahí mismo en la capital es un secreto a voces que Óscar Almaraz no está nada contento con que su concuño sea el candidato, luego de que antes él había levantado la mano, aseguran que Óscar está encanijado porque antes ya le habían dicho que sería candidato y de pronto lo echaron de esa posibilidad.
Ahí mismo en Victoria, Homero De la Garza, ex titular de SEDESOL también aspiraba, pero una denuncia gringa lo dejó no sólo fuera de la candidatura, sino de la carrera por el 2016 y hasta del gabinete estatal. Tiene motivos para andar enmuinado y con él su gente.
En Nuevo Laredo, tras saberse que la candidata será la jovencita Yahleel, los grupos de poder económico y político como el que encabeza Ramón Garza Barrios también habrían advertido que no moverán un dedo para apoyarla, porque no fueron tomados en cuenta.
En Mante la gente de Javier Villarreal y otros actores políticos le estarían preparando una cama india a Alejandro Guevara Cobos tras no lograr la postulación.
En Río Bravo y anexas, Amelia Vitales tiene suficientes motivos para estar molesta tras que la bajaron, la subieron y luego la volvieron a echar feamente para dejar en la candidatura a Édgar Melhem.
Ahí, incluso hay versiones de que el propio Óscar Luebbert y compañía jugarán las contras a Melhem, porque el compromiso era sacar la candidatura de Amelia, lo que finalmente no podrá ser.
En el sur sucede lo mismo, hay malestar en ciertos grupos de Altamira que suponían que les correspondía la candidatura en Griselda Carrillo o en el propio alcalde Armando López, pero al final la decisión favoreció a Esdras Romero.
Igual ocurre en Tampico, donde la diputada local Olga Sosa pintaba para candidata amparada por las encuestas y ya se movía como tal, pero fue echa a un lado para que en la boleta vaya Paloma Guillén.
En el puerto Paloma tendría que terminar de convencer a quienes han pensado que su lejanía del terruño y sobre todo de eventos públicos locales le abrió una brecha muy extensa entre ella y los electores y que por lo tanto había cuadros que merecían más la nominación, cuadros que como la propia Olga aún no digieren que la ex subsecretaria debe ser apoyada por todos ellos que tendrán que seguir en la banca esperando una oportunidad.
Si recapitulamos, hay heridas no menores que el PRI de Rafael González Benavides tiene que atender de inmediato, son profusas y están supurando infección.
No puede el PRI cuerudo darse el lujo de ignorar los enojos por menores que parezcan, no, porque una pequeña herida puede gangrenarse y causar discapacidad.
No puede el PRI exponerse ahora que está por enfrentar la elección más difícil de su historia en el estado.
No debe el PRI dejar abiertas e infectadas esas heridas porque esas mismas lo pueden incapacitar para el año que entra, donde enfrentará la madre de todas las batallas.
Insisto, ahí tiene bastante trabajo Rafa González Benavides y los suyos, de una operación de sanación efectiva dependerá el funcionamiento en equipo que tengan él y sus candidatos el 7 de junio. O llegan vitaminados y arropados o lo hacen debiluchos y divididos, con lo primero podrían vencer hasta a los pronósticos internos que son muy conservadores, lo segundo terminaría por enterrarlos.
Vuelvo a insistir, minimizar que hay heridas abiertas sería el peor diagnóstico para el PRI.
ETC con los victorenses…
Ayer el gobernador Egidio Torre Cantú se reunió en las capital con la sociedad civil, evento en el que hizo un repaso de lo que fue el 2014 y un bosquejo de lo que será el 2015, hablando de obras y programas de gobierno.
Torre Cantú arrancó los aplausos de los convidados al almuerzo de salutación cuando presentó videos que muestran en la práctica lo que se hace en materia de seguridad, también cuando se refirió al rescate de edificios emblemáticos de Victoria. Fue una buena jornada en la que la química entre el anfitrión y los invitados se hizo presente.
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