DALLAS, Texas.- El ex gobernador de Texas, Rick Perry, dijo hoy que las acusaciones legales que pesan en su contra no afectarán su decisión de anunciar formalmente que buscará la nominación del Partido Republicano para la candidatura a la presidencia en 2016.
“Vamos a seguir adelante”, dijo Perry en rueda de prensa este miércoles en Austin, un día después de que un juez estatal rechazó una nueva petición de sus abogados para desestimar la acusación por abuso de poder en su contra.
Las acusaciones podrían ensombrecer la campaña de Perry en búsqueda de la nominación presidencial republicana.
Flanqueado por sus abogados Tony Buzbee y David Botsford, el ex gobernador se comprometió a seguir luchando porque se le haga justicia y se le exonere o eliminen los cargos.
“Estoy orgulloso de la vigencia de la ley”, dijo Perry. “Sé que tomé la decisión correcta y si pudiera elegir, me gustaría hacer la misma decisión hoy de nuevo”.
Perry fue acusado en agosto pasado por un gran jurado del condado de Travis, en Austin, de cargos de “abuso de capacidad oficial” y “coerción de un servidor público”.
Los cargos se desprenden de los esfuerzos del entonces gobernador para obligar a la procuradora del condado de Travis, la demócrata Rosemary Lehmberg, a renunciar a su cargo tras ser detenida por conducir en estado de ebriedad.
Lehmberg fue arrestada por agentes del sheriff del condado de Travis con una botella de vodka abierta en la parte delantera de su automóvil. La procuradora se declaró culpable y cumplió una sentencia de 45 días de cárcel, pero se negó a renunciar a su cargo.
La acusación contra Perry se centra en el veto que el entonces gobernador decretó en junio de 2013 para bloquear la entrega de 7.5 millones de dólares aprobados por la legislatura estatal para financiar una unidad de integridad pública dirigida por la procuradora Lehmberg.
Este martes el juez estatal Bert Richardson, de la Corte del condado de Travis, en Austin, dijo al rechazar la petición para desestimar los cargos contra el ex gobernador, que en este punto del proceso la ley estatal no le permite decidir si se está actuando de forma anticonstitucional contra Perry, como argumentan sus abogados.
“Para ponerlo de una forma simple, las manos de la Corte están atadas”, escribió Richardson al negar la petición.
Los abogados de Perry informaron que interpusieron ya una apelación ante la Tercera Corte Estatal de Apelaciones en Austin e indicaron que el caso podría ser manejado de manera expedita y ser resuelto en un periodo de 60 días a partir de la fecha.
