Entre los periódicos que circulan en el noreste, y quiero decir la esquina de la patria, Tamaulipas, se distingue el Diario de Ciudad Victoria, decano de los periódicos de la capital, permanecer en el ánimo del lector es consecuencia de una actividad informativa que enmarca el trabajo de mucha gente, directores, redactores, obreros, y el personal que hace que un periódico desde temprano amanezca en los ojos y en las manos de un público englobado, en mi concepto, en una clase media preponderante de lectores.
El Diario de Ciudad Victoria permanece fiel a formatos que le dieron vida y mantiene una página editorial con articulistas locales. Sin duda Sierra Gorda es la revista de mayor penetración en una élite social de alta influencia y su página deportiva mantiene las características para un deporte local. El Diario tiene para mí un grado de respeto y afecto, porque en ese medio inicié mi trabajo periodístico hace cincuenta años, cuando muy joven, el padre Carlos González Salas me llevó a la mesa de redacción para que se me publicaran mis primeros artículos y que desde entonces, la tinta de imprenta me llevó al placer de las letras, cosa que mantengo hasta hoy, por donde he desfilado por los medios de comunicación tamaulipecos, en la Ciudad de México, y fuera del país.
Es así imprescindible leerlo, los cronistas de sociales crearon todo un estilo, y por ejemplo Ramiro Vargas Corona, en Voces de la Ciudad, nos ofreció por muchos años una apreciación de una clase media ascendente hasta una burguesía triunfante que de una manera a otra reflejaba el progreso de la ciudad en la libre empresa y en los ambientes políticos y culturales.
La Güera Mata, es otro personaje que sigue vigente, por el conocimiento del deporte y por la riqueza de información sobre grandes y extraordinarios héroes deportivos de Tamaulipas y el país.
Por eso, celebro a este periódico en sus 60 años, porque participé en un suplemento cultural dominical Maratin que tuvo un récord de más de 500 números, una hazaña en nuestro medio. Arquitrabe, en el Mercurio; y Ojo de Cíclope, en Expreso. Es pues una tarea de empeño que comparto con los amantes de la cultura y la imaginación, y por lo tanto celebro los 60 años del Diario de Ciudad Victoria.
