Luego de lo ocurrido en las últimas semanas, podría resultar muy imprudente arriesgar un pronóstico político en Matamoros, pero a estas alturas ya puede darse por un hecho que Verónica Salazar no será la candidata panista por la diputación federal en el IV Distrito.
Ayer venció el plazo para el registro de los aspirantes que serán evaluados por el CEN, y la presidenta del DIF decidió no inscribirse. Sí lo hicieron otros panistas como el diputado local Juan Patiño, y el ex senador José Julián Sacramento, quien se pone como el líder solitario de la competencia.
Se sabe que el también ex candidato a la gubernatura, dedicó las últimas semanas a posicionarse entre los diferentes liderazgos de su partido, ofreciéndose siempre como la segunda opción en caso de que Verónica Salazar decidiera terminar su gestión en el Sistema DIF municipal.
Sacramento se reunió por ejemplo con Lety Salazar; aquella conversación habría concluido en buenos términos, por lo que es de esperarse que el grupo de la alcaldesa apoye sus aspiraciones si finalmente el CEN lo unge como candidato.
De las razones de «Vero» para hacerse a un lado se especulará por mucho tiempo.
Lo cierto es que durante los últimos días, fueron muchos grupos ciudadanos y políticos los que se acercaron con ella para pedirle que se registrara. Los sondeos en manos de los panistas, pero sobre todo el pulso de la ciudad, dictan que ella como candidata garantizaría el triunfo blanquiazul el 7 de junio.
Pero no hubo quien la convenciera. Sus razones personales —queda claro— deben ser de mucho peso.
Con esta determinación, la contienda luce mucho más pareja de lo que cualquiera hubiera imaginado.
Porque ni «Chuchín», que se perfila como el candidato del PRI, ni Sacramento, son candidatos que levanten pasiones.
Todo lo contrario con dos perfiles tan fríos, la posible diferencia recaerá en el trabajo territorial, algo en lo que podría llevar cierta ventaja el PAN, por la sencilla razón de que tiene bajo su control una extensa red municipal de consejos vecinales.
Ponerla a trabajar a favor de Sacramento será el verdadero reto.
Dudo que la militancia panista reciba con beneplácito la hipotética designación del ex senador, a quien pocas veces se le ve por estos lares.
De la misma forma que la tropa priista criticó con rudeza la posibilidad de que Jesús de la Garza Díaz del Guante sea su abanderado.
Lo dicho, son dos personajes que gozan de nula simpatía entre las masas.
Así es que no pueden quejarse: llegarían a la contienda en igualdad de circunstancias.
Mejora la atención médica
La atención médica para quemados es uno de los retos más grandes para cualquier institución que ofrezca servicios de salud.
Por eso resulta relevante que ayer la directora general del DIF nacional, Laura Vargas Carrillo, el gobernador Egidio Torre Cantú, y su esposa María del Pilar González de Torre hayan entregado la ampliación de la Unidad de Quemados del Hospital General de Ciudad Victoria.
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