La primera zona donde México se inauguró como una potencia petrolera a inicios del siglo XX, conocida como la Faja de Oro, podría ser una de las claves para alcanzar las ambiciosas metas del Gobierno de Enrique Peña Nieto de elevar la producción petrolera de 2.5 a 3 millones de barriles diarios para 2018.
Existen cerca de 300 campos maduros que tienen importantes reservas que pueden producir casi de inmediato. ¿Dónde están? Entre Tampico (Tamaulipas) y Poza Rica (Veracruz). La antigua Faja de Oro, que tiene campos en tierra y mar”.
La zona que llegó a aportar más de medio millón de barriles de petróleo al día en la década de los 60, dejó de tener interés para Pemex a partir de 1970 frente a los mega yacimientos en la zona de la cuenca sureste en Cantarell, Campeche, que en su cúspide contribuyó a que México alcanzara una producción total de 3.4 millones de barriles diarios.
Mientras la atención se enfoca hacia los yacimientos en aguas súper profundas del Golfo de México, la herencia de lo que fue la Faja de Oro en Tamaulipas, sigue pozos maduros con grandes posibilidades de ser explotados con técnicas no convencionales en el corto plazo.
Y con un valor agregado: abren la puerta a inversionistas de menor rango que sin posibilidad alguna de participar en los mega yacimientos, sí pueden ser protagonistas a menor escala en este terreno.
En la Faja de Oro están las dos áreas de pozos maduros más extensas y con mayores posibilidades de convertirse en rentables, quedan en el sur del estado: la Altamira y la Arenque, pero al menos otra, la Pánuco necesitaría los proveedores y la logística que existe en la zona conurbada del sur de Tamaulipas.
“De los 169 bloques en juego (Dentro de la Ronda Uno) 47 se encuentran a menos de 70 kilómetros de Tampico”, afirmó el Wall Street Journal al citar declaraciones de la subsecretaria de Hidrocarburos, Lourdes Melgar.
La Comisión Nacional de Hidrocarburos estima que existen más de 17 mil 800 millones de barriles en reservas probadas, probables y posibles y siete mil millones de barriles de reservas 2P o probables y probadas y probables, entre las cuencas de Tampico-Mistantla, Burgos y Veracruz, de un total de 24 mil 800 millones de reservas 2P en yacimientos no convencionales.
Los campos maduros se encuentran en tierra en aguas poco profundas del norte mexicano del Golfo de México, frente a Tampico, Madero y Altamira en la Huasteca Baja y en la zona donde se explotó el primer gran yacimiento de México, Cerro Azul, ubicada a unos 120 kilómetros de Tampico, en una región que actualmente es agrícola y ganadera.
Se estima en no menos de mil 500 millones de dólares la derrama económica que podría recibir el sur de Tamaulipas al explotarse estos campos maduros, que no requieren mucho tiempo para hacerlos producir una vez salvados los trámites administrativos e iniciadas las técnicas adecuadas, en tanto las explotaciones en aguas superprofundas tardarán una década en llegar a su nivel óptimo.
Los pozos maduros son yacimiento donde los hidrocarburos que aún existen, han perdido presión necesaria y para extraerlos con métodos convencionales y requieren lo que la industria petrolera califica de “producción asistida”.
“Hay pozos que no tienen energía para superar la presión de entrada a la red de captación. Al no poder superar ese umbral, el pozo no produce. El compresor puede reactivar su producción cobrando un peaje, es decir, consumiendo una mínima porción del gas que se extrae”, explicó Andrés Muhlich, de Oil C&T. A la revista especializada, “Petroquímica”.
La región petrolera Tampico-Tuxpan que llegó a conocerse con el nombre de la Faja de Oro, inicia su producción hace tanto como mayo de 1908, con el Pozo No. 2, en la Hacienda San Diego de la Mar, con una producción de dos mil 500 barriles
“En 1910 llegaron a Tampico la Standard Oil Company y la Royal Dutch Shell, ésta última perteneciente al consorcio de holandeses e ingleses”, cuenta la Historia de la Exploración Petrolera en México, de Francisco Mariel Lezama.
Según la consultora especializada Marcos y Asociados existen casi 300 campos maduros con importantes reservas que pueden producir casi de inmediato, entre Tampico y Poza Rica en lo que se llamó desde la primera década del siglo pasado, la Faja de Oro y donde inició el boom petrolero de México.
Las empresas Cheiron Holdings Limited y Petrofac de México ganaron entre 2008 y 2013 un promedio de 7.90 pesos por barril extraído en los campos Altamira y Arenque, en producciones que suman apenas seis mil 600 barriles diarios de petróleo y 23 millones de pies cúbicos de gas.
Sin embargo, empresas medianas y pequeñas de México, Estados Unidos y Canadá, buscan asociaciones para invertir en estos campos que están ligados con yacimientos de lutitas.
“En el bloque Arenque se han perforado 51 pozos, de los cuales 17 están en operación, 13 son pozos cerrados y 21 son taponados. Actualmente se producen cinco mil 600 bpd (barriles por día) de aceite, dos mil 500 bpd de agua y 22.8 MMpcd (millones de pies cúbicos diarios) de gas”, afirma Petróleos Mexicanos.
Las nuevas leyes derivadas de la Reforma Energética obligan a Pemex a convertir los antiguos contratos de servicios en contratos para compartir la producción de petróleo, lo que atrae el interés de petroleras de tamaño intermedio incluidos los actuales contratistas, pues su ganancia podría triplicarse y la producción multiplicarse exponencialmente al poder invertir como socios.
La producción actual en el Campo Arenque por parte de Cheiron Holdings Limited, es de cinco mil 600 barriles de petróleo diarios y, en el Altamira, Petrofac de México, extrae unos mil barriles diarios.
Los pozos, en los campos petroleros Arenque y Altamira, tienen en conjunto reservas prospectivas por mil 100 millones de MMbpce (millones de barriles equivalentes de crudo) entre gas y petróleo, la mayor parte en el primero de estos campos.
“La cuenca Tampico-Misantla se ubica en el oriente de México y comprende desde el extremo sur del Estado de Tamaulipas hasta la parte central del Estado de Veracruz, porciones orientales de San Luis Potosí, Hidalgo, norte de Puebla y la plataforma continental hasta isobata de 200 metros”, explica Pemex.
Actualmente, la región norte del Golfo produce solamente el seis por ciento del total nacional de hidrocarburos, debido a que la mayor parte de la explotación se realiza en campos maduros, que requieren de inversiones para los proyectos de recuperación con métodos como inyección o perforación horizontal, entre otros.




