¿Y tú, te la hubieras jugado? Esa es la pregunta que muchos tenemos en la cabeza después de la decisión del entrenador en jefe de Seattle Seahawks, Pete Carroll, de mandar por aire la pelota en segunda y gol en lugar de correr con la bestia Marshawn Lynch a 26 segundos del final, con lo que hubieran ganado el Super Bowl.
La historia ya la conoce la mayoría, Russell Wilson mandó el ovoide a la zona de anotación, pero éste fue interceptado por Malcolm Butler, dándole la victoria a New England Patriots. La jugada es ya conocida como la peor decisión en la historia del Súper Tazón.
Pero pongámonos en el lugar de Carroll por un momento: quedan 26 segundos en el reloj y tu equipo está abajo por 4 puntos, la ofensiva está a una yarda de anotar y todavía tienes un tiempo fuera en tu poder, Patriots ya espera que corras la jugada, para eso los de Nueva Inglaterra mandaron ocho defensivos a la línea de “scrimmage”, ¿y tú te la hubieras jugado?
Seattle se la jugó, pensó que en lugar de correr con un ofensivo conocido como “Beast Mode”, por su habilidad de seguir avanzando pese a tener enfrente rivales de mayor tamaño, la mejor jugada sería sorprender lanzando el ovoide por el aire, pero los sorprendidos fueron los ex campeones de la NFL.
Después de todo, el propio Carroll dijo que la atrapada de Butler fue “un milagro”; seguramente si Ricardo Lockette hubiera cogido ese pase de Wilson el mundo estaría congratulando al entrenador de Seahawks, diciendo como su idea de hacer lo inesperado le dio el título.
Seguramente Carroll estaba pensando que el peor escenario sería un pase incompleto que pararía el reloj y permitiría dos jugadas más; un pase exitoso le hubiera dado la victoria. En caso de fallar todavía podría pasar otra vez antes de correr en cuarta oportunidad y para cualquier falla contaba con el respaldo del tiempo fuera.
Su última oportunidad sería en la cuarta jugada y aquí todos los pronósticos estarían de lado de Seattle ya que Patriots hubiera tenido que defender ante la corrida o el pase, pero no ambos.
Pero el hubiera no existe y la decisión será infame durante muchos años; Butler vivirá como un héroe en la historia patriota y Russell Wilson se seguirá lamentando, al final el mariscal de campo aseguró culparse a sí mismo por “no haber logrado esa jugada, soy el que lo lanzó… creí que iba a ser un touchdown”.
Pero en el fantasioso escenario de poner al lector en el lugar del entrenador en jefe de Seahawks, yo te sigo preguntando: ¿Y tú, te la hubieras jugado?
@manuelmedina
