29 diciembre, 2025

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Confesionario

Murat, buen chiste…

Confesionario

Hace poco más de 12 años conocí a José Murat, entonces era gobernador de Oaxaca y sin cita previa comimos juntos en Boca del Río, Veracruz, acompañados de una mesa bastante interesante, de esas que en la juerga política cualquiera hubiera dicho: ahí hay como mil años de cárcel juntos.

Así es mis queridos boes, voy a presumir de que tengo suerte, ese día la tuve a la hora de la comida, luego de una maratónica sesión plenaria de la Asamblea Nacional del PRI a la que fui como enviado de EL NORTE Y REFORMA.

Después de las 14:00 horas encontrar una mesa disponible en los restaurantes del Puerto de Veracruz y Boca del Río era casi imposible, pero luego de peregrinar por varios, junto con el fotógrafo y una compañera del diario defeño, encontramos una en uno de los mejores sitios para comer mariscos a la orilla de la playa.

No habíamos pedido aún, cuando un grupo pajareaba entre las mesas buscando la suya, no había, eran ni más ni menos que José Murat, Roberto Madrazo y Carlos Jiménez Macías, los tres priistas de altos vuelos.

Inconfundibles, porque buenos priistas del viejo régimen, irrumpieron rodeados de guaruras y ayudantes. Por ese tiempo Claudia Guerrero, la compañera parte del equipo que enviaba REFORMA, cubría el PRI nacional, por lo tanto conocía a los tres de colmillo retorcido y uña afilada que acababan de entrar al restaurante y a ella los tres la conocían.

Saludaron de lejos sólo levantando la mano, tras borrar la sonrisa por la falta de mesa, fue Madrazo el que se acercó a donde los tres reporteros hambrientos debatían con la carta sobre lo que cada quien iba a ordenar.

La gestión de Madrazo ante Claudia surtió efecto, en unos segundos la mesa de tres era de seis, más los achichincles a los que les tocó estar de pie.

Este reportero conocía a Madrazo, porque más de una vez me tocó entrevistarlo en Monterrey y hasta recibir de su parte una disculpa por un incidente con uno de sus ‘gatitos’ que luego les contaré.

El ya entonces ex gobernador de Tabasco ese día me reiteró sus disculpas por el incidente en tierras regias y tras romper el hielo aquello se convirtió en una clase de cinismo, descaro y una representación viva de lo que era; espero que ya no sea, la vida de excesos y disculpada de los políticos que dirigían la nación.

El Murat de entonces, gobernador y dicharachero, sin pelos en la lengua, devorador de mariscos, tequilas, postres y digestivos ordenó casi todo lo de la carta: ‘para que no digan que en Oaxaca hay hambre’, habría dicho, ‘aquí hay para pagarle la tragazón a todo Veracruz junto con su che gobernador’.

Dio pie a la pregunta de este reportero: ¿Y por qué no fueron a comer con el anfitrión?, entonces el aludido era el gobernador Miguel Alemán Velasco, gobernador de Veracruz.

‘Porque es bien mamón’, atajaría, según mi memoria y de inmediato Murat y la mesa completa no contuvo, porque ni siquiera lo intentamos, la carcajada.

‘Es que de veras es bien mamoncito, se cree mucho, que muy fino y que la chingada’, recuerdo que abundó sin el menor rubor.

Madrazo, más mesurado, pero con el mismo desparpajo, dijo que Miguel Alemán no se juntaba con los pobres, como si ellos lo fueran.

Así la plática continuó entre negrillas, callos de hacha, camarones gigantes, ceviches, whiskys, tequilas y hasta cognac.

‘Platícales Pepe, platícales de tus tertulias en Oaxaca con las amigas de Lupita’, le insistía Madrazo a Murat para deleite de los tres reporteros.

‘No’mbre cabrón tú lo que quieres es que se sigan riendo de mi estos cabrones… con todo respeto para mis amigos’, decía el gobernador oaxaqueño mientras intentaba sin lograrlo contener la risa.

‘Es que este cabrón (Madrazo) siempre quiere que cuente que allá en Oaxaca mi vieja Lupita siempre invita a un chingo de amigas a la merienda a la casa’, comenzaba el relato.

‘Ya saben, pura pinche vieja toda copetona, de las ricachonas de Oaxaca y Lupita siempre me grita: Pepeeeee!, ven Pepe’, ya para entonces Madrazo, su séquito y los reporteros no paraban de reír, porque Murat es un tipo que no platica, actúa, es un cómico nato.

‘Y ya llegaba yo con mi pinche cara de pendejo, dime Lupita…Pepe cuéntale chistes a mis amigas y ahí me tienen contándole chistes a las pinches viejas copetonas y las cabronas risa y risa de mí’.

La anécdota me vino a la mente, porque Murat ha vuelto a ser noticia, no, no ha debutado oficialmente como cómico o actor, su nombre fue revelado entre los potentados que cuentan con millonarios inmuebles en Estados Unidos, especialmente en Nueva York.

De acuerdo al New York Times, el chistoso ex gobernador de Oaxaca tiene al menos 6 departamentos en la gran manzana a precios que sólo pagan ‘jeques’ árabes, dueños de petroleras, es decir de los más ricos del mundo.

No, no es chistoso que el ex gobernador priista de uno de los estados, entonces y ahora más pobres del país, posea la riqueza suficiente y sospechosa como para comprar lo que dicen los gringos que compró.

Ayer además se dio a conocer que Murat, quien además fue el negociador por México del TLC, tiene un avión de un millón de dólares y como si fuera un chiste, él sólo dijo en su defensa que no tiene nada de lo que dicen.

PD: En el restaurante de Boca del Río, mi cuenta y la de mis compañeros la pagamos nosotros y se facturó a REFORMA, los chistes esos sí fueron gratis.

Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com
Twitter: @melitong

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