Muchos de quienes seguimos la visita de Miguel Ángel Osorio Chong a Matamoros, coincidimos en que fue distinta a las demás.
Podemos hablar de la organización, la distribución de la agenda, pero sobre todo su semblante y su discurso evidenciaron que la de ayer fue la más difícil de sus reuniones en Tamaulipas.
Ya se ha reseñado que los empresarios de la región demandaron mayor atención a la frontera; quieren ver más resultados en periodos más cortos de tiempo.
El secretario de Gobernación, quien en los últimos meses había dedicado buena parte de su trabajo a los muy serios conflictos que se viven en el Sur del País, vino una vez más a escuchar a representantes empresariales, y a los mandos de seguridad que trabajan todos los días en Tamaulipas.
Por eso, a la hora en que habló con la prensa tenía pocas certezas y muy poca información para brindar sobre las medidas que llevarán a cabo para -una vez más- intentar reducir los niveles de violencia en esta región del País.
Después, en una reunión que se prolongó hasta casi la medianoche, se decidió que Matamoros se convierta en la sede de la Coordinación de la zona frontera en materia de seguridad.
La determinación no es menor. Todas las instituciones que antes se congregaban en Reynosa para desde ahí delinear sus estrategias cotidianas, ahora lo harán aquí.
Ahí mismo se decidió instalar en la ciudad una Mesa de Inteligencia (es decir, el CISEN operará directamente en Matamoros), y un centro de coordinación al que acudirán todas las corporaciones involucradas.
Sabemos por lo ocurrido en los últimos años, que en materia de seguridad es imposible garantizar resultados inmediatos, pero las anunciadas por el Grupo de Coordinación Tamaulipas son medidas que envían el mensaje de que se está buscando alternativas ante la falta de avances en ciertas zonas de la entidad.
Como en ocasiones anteriores, resulta saludable dar el beneficio de la duda. Pero la presión ciudadana es muy importante por necesaria.
La voz de los empresarios y de la ciudadanía de «a pie» debe alzarse y ser escuchada. A final de cuentas, ¿quién más puede diagnosticar con certeza los males que aquejan a la Ciudad?
Misterio panista
Hay pocas luces sobre el proceso de designación para el candidato panista por el Distrito 4. En parte, porque es el Comité Ejecutivo Nacional el que lleva mano, y poco o nada -hasta el momento- ha preguntado a los principales actores políticos de la Ciudad.
Aquí, los poquísimos seguidores de Pepe Sacramento insisten en que él es el bueno.
Mientras que los priístas aseguran que se encuentran en el proceso para armar el equipo que arropará a Jesús de la Garza Díaz del Guante, quien este fin de semana empezará en forma su precampaña en los diferentes sectores del Distrito.
