29 diciembre, 2025

29 diciembre, 2025

Chuchín no tendrá excusas

Catalejos

Chuchín no podrá quejarse. Los que presenciaron la convención de delegados en la que se le confirmó como el candidato por el distrito 4 coinciden en que el priismo matamorense respondió al llamado y se sumó para mostrar músculo.

Si bien no fue un evento masivo (era precisamente para delegados), ahí estuvieron ex alcaldes (¡hasta Erick Silva Santos!), funcionarios estatales, en fin, los liderazgos locales que —sabe bien el Partido Revolucionario Institucional (PRI)— son necesarios para dar una batalla digna durante los próximos meses.

Huelga decir que eso no garantiza ni por asomo que los grupos que suelen estar en disputa al interior del partido vayan a acudir en unidad a la más dura de sus batallas, en todo caso, lo que muestra es que por lo menos entendieron que era importante mostrar su mejor cara para la fotografía del arranque.

Lo que suceda después con las dinámicas al interior, dependerá en buena medida de la manera en la que se conduzca Chuchín, pero también de muchos otros factores como quién tomará la batuta para la operación de la campaña.

Si la voz mandante será la de Rafael González Benavides, o la del nuevo enlace territorial, Antonio Martínez Torres, es una de las preguntas que con más apuro buscan responder los priistas de Matamoros.

La crisis de Pemex

Petróleos Mexicanos (Pemex) vive días negros en los que la constante es la incertidumbre sobre su futuro inmediato.

La caída de su producción combinada con la crisis petrolera global y hasta los problemas de inseguridad generan una combinación peligrosa para la empresa estatal.

Nos referiremos sólo a la última semana.

El martes, Pemex anunció que transformará sus procesos para transportar el combustible. Su nuevo plan, que seguramente les llevó un buen tiempo afinar, consiste en usar los ductos para llevar sólo el combustible en una etapa previa a su comercialización, es decir, antes de que pueda usarse en los automóviles.

Con ello, pretenden dar un golpe al robo de combustible. De algún modo reconocen que el problema ya había adquirido cada vez más seriedad.

El mismo día, conseguir gasolina en Matamoros se volvió una tarea muy difícil. El desabasto, al que seguramente Pemex no llamará así, se prolongó por dos días. La razón que dieron a los empresarios del ramo es que la refinería de Pemex no surtió el combustible necesario a Reynosa, de donde se distribuye a esa ciudad.

Y el miércoles, finalmente, el director general de Pemex, Emilio Lozoya, reconoce a regañadientes lo que ya se veía venir: que la empresa, además de reducir su inversión en múltiples proyectos, deberá recortar su plantilla laboral. Habrá despidos, pues.

No quiso dar más detalles al respecto. Sólo sugirió que la próxima semana informará sobre la estrategia de la empresa para reducir el gasto en recursos humanos.

Lo dicho, Pemex vive días muy complicados. Lo menos que uno puede pedirle a sus directivos es que además de actuar con responsabilidad (reducir su costosísima burocracia sindical sería un buen inicio), sean claros a la hora de explicar lo que viene.

Comentarios: mdominguezf@gmail.com

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