29 diciembre, 2025

29 diciembre, 2025

Crónica urbana

Estadísticas y obituarios

Crónica urbana

En una revisión de conteo rápido en panteones y funerarias, nos encontramos con descontones en pavimento, barrancas y muerte natural y sobrenatural. Tomamos en cuenta la encuesta de salida por elevador, o sea los cardiacazos y espantos que los mandaron a la sepultura de volada.

Por ejemplo, al mes en sección amarilla en varios periódicos, mordieron polvo víctimas de apachurramiento en cafres, cinco. Por atropellamiento, tres; por soplidos del corazón, cuatro; por distraerse con celulares, cinco; por andar mirujeando por los lados, dos; por venir hasta al chongo; dos. Los obituarios se vienen en cadena dando empleo a lapidarios, a enterradores, crematorios y cajeros: los que hacen y cargan las cajas. Se agregan los ritos, misas y cortejos.

Los que caen con frecuencia en el salario del miedo, son los pizzeros, verdaderos gladiadores romanos del asfalto, que caen con la cara al sol y con la pizza en la cabeza, ya sea de salami, jamón, chorizo y queso, o pizzeros que llegan a la cita con la parca con una mixta en el ombligo.

También se encuentran los beodos, los briagos de fin de semana y los constitucionales, o sea los que con mucho orden se ponen unos pedernales de ordago.

Dando guerra entre quebradas de cintura y cadera, mujeres trasnochadas, con celulitas y células quemadas. Hombres vetarros con jarro arriba y jóvenes enloquecidos de alcohol y chochitos desconocidos.

La estadística es alarmante por la cantidad de personas de tercera edad que son víctimas de los aterrizajes forzados por choferes de micros todo terreno. Algunos de éstos y estas terciarias van a morder polvo en un hospital. Alarmante es la cantidad de beodos, briagos, mamados, chupetes, borrachos que van al pozo víctimas de la velocidad o el desenfreno.

La sección amarilla de los periódicos es parecida a la telefónica, sólo que en la primera los muertos no hablan y en la segunda nos cobran de más.

Total, que morir en el caos urbano, ya sea por olfatear, oler y chupar smog, se muere amoratado de tanto humo negro de autos destartalados.

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