29 diciembre, 2025

29 diciembre, 2025

Hablemos en confianza

Polvo del camino

1.- La tarea más difícil de la clase política es reconstruir la confianza lo cual podría no llegar a suceder, si es que “los próceres” insisten en ignorar la exigencia de transparentar el poder. Hasta ahora no existen signos reales de cambios en los usos y costumbres que han colocado a México en la cúspide de la sospecha internacional. En este sentido no hay avances por más discursos, proclamas, manifiestos y pactos que al final de cuentas sólo evidencian lo irremediable. Y no se trata sólo de la opacidad en el ejercicio público sino en la violación de los derechos elementales que mucho tiene que ver con el estado de indefensión en que se encuentran las mayorías.

Hay que insistir en las dos realidades, la social y la oficial, he aquí el gran problema para “restablecer el tejido social”. Frase esta última utilizada con frecuencia en el discurso político a pesar de que la República es y seguirá siendo, (quién sabe por cuánto tiempo), un mosaico de diferencias.

Usted dirá que quienes detentan el poder no pueden ignorar que hemos llegado al punto G de la tolerancia. Por supuesto que no lo ignoran, aunque lo modelan a sus intereses. Veamos el ejemplo del secretario Videgaray, quien recién en una entrevista con un medio inglés, aceptó el rescate de la confianza social como el paso más importante para concretar le lucha contra la corrupción. Creo que es el primer funcionario importante en aceptarlo frente al mundo-mundial, aunque en la práctica él sea material de escándalo, al igual que otros muuuuuy conocidos. Lo ultimito es que ya siendo titular de dicha dependencia autorizó la condonación de 1123 millones de pesos de impuestos a las empresas Sabritas, Gamesa y Scotiabank, según denuncia de la Auditoría Superior de la federación y publicada por “El Norte” en su avance de este miércoles.

El asunto es que el supremo gobierno está en la obligación de evitar el caos, colocándose del lado de la sociedad. Por ello no es fortuito que el presidente Peña Nieto emplee buena parte de su tiempo en recorrer zonas marginadas publicitando los beneficios del programa contra el hambre y la pobreza. Es ahí donde sabemos de “logros” que colocan a dicho programa como el plus de la tarea gubernamental. El problema es que el optimismo oficial no es compartido por millones de mexicanos que perdiendo la confianza perdieron también su esperanza. Y ni modo que sea invento.

Quedamos en que si la clase política no conquista la confianza social difícilmente podrá convencer de que uno de los objetivos fundamentales de la administración es lograr la transparencia, lo cual significa derrotar a la corrupción. Y eso señoras, señores, está por verse, si es que lo vemos, si no pssss no.

2.- Lorena Martínez es la titular de Profeco. La señora ha quedado en evidencia después de la tragedia del hospital de Cuajimalpa porque la empresa gasera, presunta responsable, no cubrió los protocolos de seguridad a que estaba obligada. ¿Y sabe porqué?, por la sencilla razón de que doña Lorena no cumplió con su trabajo de inspección. Como funcionaria podría resultar tan culpable como los gaseros. Después de los lamentables hechos la señora por fin “descubre” una serie de fallas en las instalaciones de la empresa y amenaza con multar, incluso con clausurar una de las plantas, ¿sólo una de las que operan en el DF?. De no haberse registrado la tragedia todo seguiría como siempre, es decir, en excelentes relaciones que suponen complicidad.

Es en estas situaciones donde las dudas y sospechas hacia las autoridades se convierten en verdades históricas, éstas sí, no como la que sostiene el procurador Murillo Karam en relación con la desaparición de los 43 normalistas. Por ello le digo que la tarea más difícil para la clase política es conquistar la confianza popular pero no con actitudes como la de la titular de Profeco.

SUCEDE QUE

Siguiendo con el tema. El líder del congreso local ha sido honesto al señalar que debido a la desconfianza hacia los políticos es que la participación ciudadana ha disminuido en forma considerable. Ramiro Ramos Salinas ve por supuesto el daño que esto puede causar al proceso electoral en marcha y podría ser razón para que en un acto de sinceridad solicite el apoyo de los medios de comunicación a efecto de llevar a Tamaulipas a buen puerto…Mientras tanto, ¿qué sucede hacia el interior del Ayuntamiento matamorense?, ¿cuáles y de que tamaño son las presiones hacia Leticia Salazar?. Sorprende la renuncia de Ivette Bermea como titular de Educación aunque pareciera que todavía restan noticias derivadas de la forma de gobernar tan especial de la alcaldesa…Por otra parte, se ve y se siente que al dirigente del CEN tricolor César Camacho le importan las elecciones en Tamaulipas menos que un cacahuate. No hay prisa por nombrar al nuevo delegado, (al menos hasta este miércoles a las seis de la tarde con cinco minutos y cuatro, casi cinco segundos no daba signos de vida), lo cual equivale a decir que por estos andurriales ni falta hace su presencia. O Camacho abusa de confiado o de plano está seguro de otra escandalosa derrota…Oiga, ¿por qué el gobierno mexicano no protesta por el crimen del paisano Antonio Zambrano Montes a manos de la policía gringa?. No basta con lamentar y ofrecer la ayuda necesaria a los familiares. Y luego dicen que no hay sometimiento. El escribidor opina que Peña Nieto debiera denunciar los hechos, mínimo ante la ONU, digo, para empezar a hablar de la mentada confianza hacia las autoridades.
Y hasta la próxima.

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