Desde hace varios sexenios la CNOP perdió el control de las clases medias y con ello provocó muchas derrotas electorales al PRI. La CNOP se quedó en el pasado y su fallida ideología, puede expresarse en los términos siguientes:
1. La CNOP es una central abierta e incluyente y nunca cierra la tienda a su clientela.
2. La CNOP no es de derecha ni de izquierda, «nomás» de frente.
3. La CNOP no es mejor ni peor. Sólo es incorregible.
4. Todo buen cenopista sirve siempre a su central y cuando no sirve, cuando menos estorba.
5. Todo buen cenopista es «político de horqueta» y sólo figura y resplandece cuando se monta en un presídium.
6. Un buen cenopista puede vivir sin aplausos, pero una buena alabanza le ayuda a dormir feliz durante 2 meses.
7. A un buen cenopista no se le antoja la curul de su prójimo, ni su prójimo.
8. El cenopista que no siente amor por su central, es que ya no siente nada al hacerlo con nadie.
9. Un cenopista distinguido viaja siempre en primera clase, aunque vaya a la cárcel.
10. Los cenopistas representan siempre a las mayorías, incluso en los reclusorios y los panteones.
11. El buen cenopista le debe todo a su querida CNOP, incluso su querida aunque no sea de la CNOP.
12. Los buenos cenopistas son inmortales y por eso siguen votando por su central desde el panteón.
13. Los buenos cenopistas disfrutan felices el verbo encendido y fogoso de sus líderes, pero siempre se aplican anestesia para soportarlo.
14. Un buen cenopista debe tener claro que al comprar una candidatura, sólo adquiere un boleto para una aventura y que esa aventura puede llevarlo tanto al Congreso Federal, como a la cárcel o a la miseria.
15. El discurso de la cúpula cenopista es tan fuerte y violento como la crisis y por eso en el lenguaje de sus líderes los adjetivos saltan y rugen tan feroces como leones.
16. La CNOP no es una central vergonzante y por eso reconoce con amor de abuela a sus miembros más distinguidos, aunque hayan tenido algún accidente en sus vidas como ocurrió con Carlos Salinas de Gortari, Mario Villanueva Madrid, Jorge Hank Rhon y Elba Esther Gordillo.
