MATAMOROS, Tamaulipas.- En los seis meses que llevan paralizadas las importaciones de vehículos usados, provocando el cierre de negocios del ramo y despido de personal, en Matamoros se ha perdido una derrama económica estimada de 240 millones de pesos, un promedio de 40 millones mensuales, solamente por el concepto de la venta de vehículos, gastos por agentes aduanales, despachadores y por la compra venta de dólares en los centros cambiarios.
Las pérdidas son mayores si se toma en cuenta que la nacionalización de automóviles usados dejaba una buena derrama económica en los restaurantes, gasolineras y hoteles, por los servicios que demandaban las personas que venían del interior del país por un vehículo.
Hasta julio del año pasado, las empresas comercializadoras de Matamoros estaban importando un promedio de 300 automóviles por semana, unos 1 200 al mes, 90 % para nacionalizarse y 10% para su circulación restringida en la zona fronteriza.
Actualmente se están importando 20 vehículos por semana.
Con un precio promedio de 2 000 dólares por vehículo, los comerciantes tenían ventas promedio por semana de 600 000 dólares.
Se trata de un precio promedio, ya que los automóviles que se importan van desde los 800 hasta los 4 000 dólares.
La venta de automóviles usados provocaba que los centros cambiarios de Matamoros tuvieran una demanda de dólares, ya que los vehículos se cotizan en la divisa norteamericana, dejando entre las casas de cambio muy buenas ganancias.
Si los centros cambiarios vendían alrededor de 600 000 dólares para la comercialización de automóviles usados, esta actividad les dejaba a esas empresas una derrama económica de 300 000 pesos, aproximadamente.
Entre agencias aduanales y empresas comercializadoras, importación semanal de 300 automóviles, estaba dejando una derrama económica mensual de 1’ 120 000 pesos.
Las empresas comercializadoras de automóviles usados empezaron a tener serios problemas para la importación de vehículos a partir de agosto del año pasado, al suspender la Aduana todos los trámites de los despachos aduaneros, cuando comenzó un programa especial de regularización que se puso en marcha con atractivos descuentos para los propietarios de los automóviles.
La Aduana de Matamoros argumentó que no era posible validar los despachos aduaneros para la importación de automóviles usados, por tener problemas con el sistema.
Fue hasta mediados de septiembre cuando, la Aduana volvió autorizar la importación de automóviles usados, pero limitando a 20 por día.
A mediados de noviembre, la Aduana de Matamoros decidió no dar trámite a ningún auto con amparo, lo que provocó la parálisis total.
El 31 de diciembre, la Secretaría de Economía publicó en el Diario de la Federación que se prorrogaba el decreto para la importación de automóviles usados en la frontera.
Sin embargo, la Aduana, al comenzar enero del 2015 y hasta la fecha, mantiene inalterable su decisión de no aprobar la importación de vehículos usados, con los amparos de los comerciantes y que les permitía que las personas pagar menos impuestos.
Ante esa situación, se desplomó la importación de automóviles usados, porque para nacionalizar uno del 2003, que con amparo costaba 12 000 pesos, ahora tienen que pagarse 50 000. Y en modelos del 2008 el costo sin amparo es de 80 000 a 100 000 pesos.
