Cuando escuchamos la palabra crisis en torno al equipo Correcaminos la relacionamos de forma inmediata con la escasez de resultados exitosos, de triunfos, de fracasos deportivos y claro, no andamos muy errados cuando entrelazamos esa palabra con ese tema, aunque hoy la crisis se expandió a otros temas, como los financieros, mismos que el torneo pasado les contábamos en este mismo espacio que ya se venían acarreando.
El sábado pasado cuando Dorados zarandeó a Correcaminos en Culiacán, la salida de Alex Aguinaga estaba más que confirmada, solo era cuestión de horas para que se diera la noticia a la luz pública y al más puro estilo de la administración actual, primero el club “ganando la primicia” soltando la bomba en redes sociales y una hora después comunicando a la prensa la determinación.
Para ese entonces, Manuel Campo ya había enterado a Aguinaga sobre la finalización del arrendamiento de sus servicios en el Corre y a la par giró la orden a Ricardo Cadena para que tomara las riendas del equipo, es decir, Campo bajó la orden que recibió desde arriba, del personaje que poco a poco empieza a desligarse de la figura naranja.
Y como los canales de comunicación no son los más abiertos al interior del club, Francisco Filizola empezó a marcar números de su amplia agenda de prospectos a dirigir Correcaminos y echó una platicada con Joél ‘Tiburón’ Sánchez, a quien ya le había dado el pitazo esa misma semana, que tal vez habría chamba en unos días.
Para cuando Filizola se enteró, avisó a la gente de arriba que ya tenía entablada negociación con el ‘Tiburón’, pero lo frenaron en seco, que no le buscara mucho ruido al chicharrón porque no había presupuesto para traer a ningún entrenador. Incluso en entrevista me comentó, como usted lo leyó, que el auxiliar sería ‘Güicho’ García, cuando me comentan que eso nunca fue contemplado, pues Cadena desde un principio supo que su auxiliar sería ‘La Abeja’ Jorge Urbina.
Y dicho sea con todo respeto, lógicamente no cuesta lo mismo un director técnico que apenas debutará como tal, que uno que aunque no está probado ya tiene experiencia en el circuito y que viene de jugar una final en esta división.
Aunque, no se crea, a veces el pagar mucho por algo, no significa garantía, ya ve el Chelís, se le pagó por adelantado casi cuatro millones de pesos por tres meses de circo, maroma y teatro y ni siquiera pudo llevar al equipo a liguilla. Por lo que ya le digo, no necesariamente lo que cuesta mucho termina por valerlo.
La crisis financiera ya impactó en otros rubros, pues las escuelitas infantiles de fútbol del Club Correcaminos que están a lo largo y ancho del estado, los entrenadores han denunciado que no han visto ni un quinto por los servicios prestados, que por profesionalismo están cumpliendo con su chamba pues los torneos están en pleno y los tienen con la promesa de pago, pero no ven claro para cuándo ni de cuánto vaya a ser el abono a la deuda.
Hoy Correcaminos está pagando caro el no haber aprovechado los años de bonanza y hablo del aprovechar en el buen sentido de la palabra, pues no me cabe ninguna duda que algunos sí supieron aprovechar muy bien.
Cuando se tuvo mucho para invertir de forma inteligente se cometieron locuras, como la del Chelís, como la de comprar jugadores sobrevaluados que algunos ya ni juegan aquí y siguen costando, como el caso de Nurse que le cuesta a Correcaminos el 60 por ciento de su sueldo, Dorados paga solo el 40 restante y aún así te clava tres goles.
Cuesta mucho el no haber invertido bien en los jóvenes, para buscar que sean los surgidos de cantera los que jueguen en el máximo representativo, que reducirá costos y hasta ganancias podrían generar si logran exportarlos, aunque claro, para eso se necesita voluntad y capacidad y aquí nunca he visto algo de eso.
La conclusión es una, la realidad evidente: se acabó la gallina de los huevos de oro.
@luisdariovera




