Cualquier pronóstico que usted haya leído sobre la elección del 7 de junio es inexacto, no es posible que alguien tenga los suficientes elementos para vaticinar cómo le irá al PRI, porque generalmente se menciona a ese partido, cuando los otros no tienen candidatos.
Así es mis queridos boes, me parece ocioso y ya harto repetitivo que a diario se escriba que si el PRI se lleva seis de ocho, que si gana cinco, que pierde seis, que alcanzará el carro completo o que perderá todo.
Insisto todas esas apuestas están basadas más en el mensaje que el ‘analista’ le quiere mandar al presidente del tricolor Rafael González Benavides o tal vez mejor debí escribir a su jefa de prensa Paty Castro.
No, no hagan caso a esos pronósticos ni a los pesimistas respecto al PRI y menos a los triunfalistas, porque no es tiempo para medir, lo será tal vez la semana que entra cuando el PAN tenga sus candidatos.
Por hoy lo sensato es esperar a que veamos a quiénes se van a enfrentar: Paloma Guillén, Alejandro Guevara, Miguel González Salum, Chuchín De la Garza, Doña Esther Camargo y la chava de Nuevo Laredo Yahleel Abdala.
Lo que sí se puede hacer es analizar cómo andan los partidos en cada distrito, cómo les ha ido en el pasado, cómo ha salido el PRI de sus procesos internos en ellos.
Si se puede decir que por ejemplo en Nuevo Laredo hay muchas voces dentro del propio PRI que indican que su candidata Yahleel no tiene todos los apoyos internos que requiere y ya la dan por muerta, por perdida pues, aunque no se elige aún al candidato o candidata que se supone le va a ganar.
También se puede decir que en Reynosa los priistas ven como triunfadora a Esther Camargo, pese al pésimo trabajo de Pepe Elías Leal.
Que en Matamoros pasa como en Nuevo Laredo, donde por tanto escándalo previo, los propios tricolores ven como muerto el proyecto de Chuchín De la Gaza, quien dicen y se ve no se emociona ni emociona.
Pero aún ahí, en los dominios de Lety Salazar, la alcaldesa panista, no se puede ser tajante para asegurar que el tricolor está perdido, porque el PAN no tiene candidato.
Es cierto, parece que el partido albiazul y la alcaldesa tienen todos los hilos que controlan colonias y grupos en sus manos. Es cierto si el candidato del PAN es el padre de Lety, Ramiro Salazar Chuchín puede tener menos, mucho menos posibilidades de ganar, pero por ahora no hay candidato.
De Río Bravo también se puede decir que Édgar Melhem va a tener que hacer un esfuerzo sobrehumano para ganar, porque la zarandeada que le dieron en su propio partido lo evidencia como débil, sin apoyo, aún sin contrincante pianista enfrente.
Por Victoria igual, hasta hoy hay dos candidatos: Miguel González y Gustavo Cárdenas. Al priista hay muchos, pero muchos que le mandan mensajes de espanto.
Que si Gustavo le dará una arrastrada, que si su concuño no lo está apoyando como el repite cada dos horas, como para convencer de lo contrario.
En Victoria tampoco se puede hacer un análisis sensato porque aún no tienen candidato en el PAN, cuando lo haya entonces habrá qué ver qué tanto pesa cada uno.
Recordemos que en Victoria la anterior elección fue de tres, hoy sólo hay dos y así no se puede medir.
Que si nos remontamos al pasado, bueno también especulando de más, podríamos anotar que Gustavo ha perdido tanto como dos gubernaturas y una alcaldía, es decir tiene más experiencia como perdedor que como ganador y que por eso volverá a perder.
Pero lo anterior, sería como lo advertí un análisis sin todo el sustento, como decir que Miguel no ha perdido una sola elección, ha sido diputado federal y alcalde.
Insisto, Gustavo puede ser un oponente difícil, pero ha perdido tres veces, es difícil pero tiene fama de vender las elecciones. Y le podemos seguir a Mante, donde Alejandro Guevara es dado como ganador antes de que haya candidato por el PAN. Es más, los ‘afanositos’ ya hasta lo hacen candidato a la gubernatura. Es igual muy adelantado el tema.
En Tampico y Madero el mismo argumento, no hay oponentes para Paloma Guillén y Esdras Romero, esperemos pues.
Lo que si tendrían que hacer en el PRI hoy que ha iniciado el lapso de silencio, por la intercampaña, es evaluar a sus gallos y gallinas. Tendrían los tricolores que oír opiniones más objetivas sobre sus candidatos, hacer autocrítica y corregir lo que no funcionó en la precampaña.
Porque hay voces entre los propios del PRI que dicen: Es que el candidato no prende, no convence, es que casi no habla, es que se ve chiquito, es que no suma, es que no atiende, es que no sabe ni leer, es que no quiere sumar.
Bueno, pues en estas largas semanas pónganlos y pónganlas a tomar unas clasistas de dicción, ha hacer ejercicios para aprender a sonreír, a sentarlos con quienes no han sido sumados al proyecto, un buen curso intensivo de oratoria, una buena chaineada al rostro, el pelo y la sencillez que les puede faltar.
Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong




