8 diciembre, 2025

8 diciembre, 2025

Laberintos del poder

Por favor, una luz

Laberintos del poder

No soy economista ni mucho menos experto en materia financiera. “Cuando mucho”, como dice la voz popular, me defiendo medianamente en el terreno de la administración de empresas.

Pero lo anterior no es necesario para saber y sentir cómo cala hasta los huesos en nuestro país lo que está pasando con el peso en su paridad con el dólar. Si lo pudiéramos citar en términos beisboleros, en los meses cercanos la moneda estadounidense ha tundido a palos a su contraparte mexicana y ha colocado a ésta, hasta ahora, en una casi trágica cotización de 15.30 pesos por cada unidad verde.

¿Qué está pasando?

La llamada por los economistas, ecuación, es la siguiente: cuando caen las tasas de rentabilidad en los mercados financieros y de las materias primas, cuando arrecia la crisis financiera y la venta de acciones, los capitales especuladores, privados o institucionales (incluidos gobiernos) buscan refugio seguro en el dólar. La mayor demanda, a su vez, hace que suba la cotización del dólar y que se revalúe frente a otras monedas. Es el caso del peso.

¡Gulp!

Si no le sirve esta sesuda explicación, le confieso que ya somos dos.

Peor aún, lo más probable es que seamos millones de paisanos a quienes esos argumentos nos pasen de noche. Lo importante –y preocupante– no es recibir una tesis académica, sino que para la mayoría de los mexicanos, la percepción, aunque no sea totalmente correcta, es que se está llevando el Diablo a la economía mexicana.

Lo más seguro es que esta visión sea una exageración lindante en el catastrofismo, pero en la modestísima opinión de su servidor, esas circunstancias revelan la falta de una acción fundamental del gobierno federal: Información clara a la sociedad.

Hasta ahora, no he visto salir al balcón a alguna autoridad financiera, sea cual sea su nombre y apellidos, a decirle a los mexicanos en palabras sencillas, sin tecnicismos, sin florituras dialécticas, por qué nuestro peso está sufriendo una caída tan dramática en su valoración ante el dólar.

Por favor, que alguien nos diga a los legos en la materia si es ésta una coyuntura pasajera, si los mexicanos no tenemos por qué inquietarnos o si por el contrario debemos prepararnos para algo peor. Navegamos en ese tema en un mar de confusiones, de dudas y de sombras.
¿Es en realidad tan temible lo que le pasa a nuestra moneda?
No lo sé y junto a mi ignorancia caminan millones de mexicanos, que no entienden de mercados o de ajustes del orden económico mundial y piensan que estamos en la antesala de una súper crisis.

Me parece, siempre en la visión particular de su servidor, que además de las estrategias y programas diseñados por los genios financieros nacionales, para en lo posible reducir el desproporcionado desequilibrio entre ambas divisas, debe ir de la mano un mensaje colectivo que nos aleje de las tinieblas en que nos encontramos.

Puede ser mala la realidad, ciertamente, pero es mucho peor el desconocimiento, porque genera desconfianza y ésta a su vez provoca estancamiento.

Vamos, aunque sea como no queriendo, por favor avienten una lucecita sobre lo que le pasa a nuestro querido peso…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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