Como se ha comentado en otras ocasiones, uno de los indicadores macroeconómicos más importantes que tiene la economía de cualquier país, es el Producto Interno Bruto (PIB), el cual muestra la sumatoria de todos los bienes y servicios que se produjeron en un periodo de tiempo determinado, principalmente un año y medido en términos homogéneos de valor, es decir, en dinero.
El referido indicador es importante ya que muestra una conexión estrecha con la evolución económica nacional es decir, entre la población que demanda empleo y lo obtiene y por lo tanto produce, con la que está en condiciones de demandar empleo y no tiene porque no encuentra en el mercado entrada para ser contratado, encontrando muchas veces en la economía informal acceso, por otra parte también muestra la relación que se establece entre quienes producen y los respectivos sectores productivos.
En este sentido, en el portal del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), da a conocer que en el cuarto trimestre del año 2014, este indicador fue del 2.64 por ciento, siendo éste el trimestre más dinámico de todo el año, si se promedian los resultados de los cuatro trimestres de año pasado, se tiene un PIB del orden del 2.1 por ciento, cifra muy por debajo de lo estimado por el gobierno federal para el año pasado, pero no sólo eso, también es un resultado que muestra que la economía formal no está generando los empleos suficientes para integrar a la población económicamente activa a las actividades formales.
El mismo instituto ha informado que la economía informal en México, equivale a un tercio del PIB, con lo que nos podemos dar idea del déficit que se tiene en materia de generación de empleo, por sectores productivos.
Con lo anterior, se abren varias interrogantes que se irán disipando al paso del presente año, en primera instancia habrá que ponderar las nuevas condiciones que prevalecen en la economía en cuanto a la caída de los precios internacionales de petróleo y sus repercusiones que esto tendrá en la economía nacional. Por otro lado, la depreciación de la moneda mexicana y sus implicaciones en la balanza comercial que tal parece, dicha situación fortalece las exportaciones ya que los productos nacionales se abaratan respecto al exterior. Por último, la generación de empleos tiene que ver entre otros factores con mayor inversión productiva, lo que se convierte en uno de los principales retos para el presente año.
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