CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Hay que buscar en tiempos violentos todo aquello que genere paz, desde el retiro a una montaña, hasta el baño de esencias o el encender una vela, dijo Rigoberta Menchú.
En su conferencia magistral en el 5o. Encuentro de Mujeres Responsables, Positivas, Fuertes y Trabajadoras que organiza el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia Tamaulipas, la guatemalteca, premio Nobel de la Paz 1992, expuso los conocimientos ancestrales de la cultura Maya, la interrelación del hombre con los elementos y con el resto de los seres humanos.
La salud social que repercute en la salud emocional de cada ser que habita el planeta, fue el tema central de su ponencia.
Menchú destacó la importancia de la espiritualidad para lograr el equilibrio personal que permitirá a hombres y mujeres ser complemento.
“Somos hijos de la luz y necesitamos un poquito de luz para hacer todo lo que hacemos, muchas personas van a misa, al culto, a la ceremonia maya, pero lo más importante es la convicción de ustedes para que nuestra mente esté en positivo», les dijo a las victorenses en el Polyforum “Dr. Rodolfo Torre Cantú”, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
«Esto empieza desde niñas, porque he sido testigo de muchas niñas que hoy tienen depresión y no se preocupan por ver qué es lo que le pasa a esa bebé, por eso hay que incrementar nuestra salud espiritual”, exhortó.
Menchú ha logrado una conquista de los derechos humanos por las poblaciones indígenas en América Latina.
Enfatizó desde el principio el bienestar de la sociedad que se enferma con las malas actitudes de los habitantes de este mundo que han perdido la relación con los elementos de la Tierra, con la esencia de los seres humanos.
“Somos seres sociales, yo no veo a una mujer sola en el planeta, no veo yo a una mujer viva, y tampoco un ser humano íntegro; tenemos que saber que al lado de nosotras hay fortaleza, por lo tanto nosotras las mujeres tenemos que saber aprovechar la grandiosa oportunidad que tenemos al lado”, propuso.
Entre los padecimientos de la sociedad enumeró el desequilibrio material, emocional y el desequilibrio del tiempo.
Reconoció también que quizá recuperar la salud social sea un reto para la humanidad completa.
Y recordó a las mujeres y hombres que no basta un pensamiento crítico o censurar las acciones de los políticos que se lanzan para encabezar movimientos o naciones, se requiere participar y profesionalizarse para ser capaz, no sólo de observar.




