1.- La vida de los pobres está balanceada en un micro.
Si le haces parada, o te aplasta o te quita el espanto.
2.- Un micro es como un ataúd de hojalata que gusta de rondar
por los campos de la muerte.
3.- Si te bajas de un micro pisa con cuidado. Si te subes pisa con cuidado.
El problema es que el micro no te pisa, te aplasta.
4.- El mejor remedio para acabar con las calamidades de los micros es municipalizar el transporte público.
5.- Una ciudad será mejor si los servicios de transporte adquieren responsabilidades tanto para los conductores como para el usuario.
6.-Sin duda, es un sueño que debemos soñar todos los días. Porque los propietarios de los micros nunca aspiran a perder ni un centavo en la partida del aguayón.
7.- Las leyes y su transparencia son vistas con ojuelos, un máculo que se opaca según el cristal con que se mira.
8.- Trasparentar las leyes es como colocar un fantasma para un ciudadano invisible que no alcanza a mirar por el rabillo del ojo, porque al monóculo ya no le cabe un centavo.
9.- El derecho a la información es un derecho a la información de cuentas rendidas y cansadas de tanto cambiar.
10.- La información es un derecho para ojos chuecos y miradas perdidas de los conejos que agachan las orejas.
11.- Es como las presuntas leyes anticorrupción. Son dictadas por los corruptos. Arregladas por los corruptos.
12.- Si las leyes anticorrupción entraran en funciones tendríamos que encerrarlos a todos y tirar la llave al mar.
13.- Cosa imposible, porque nadie de los poderosos está libre de culpa para tirar la primera llave.
14.- Corromper es propio del alma mexicana. Corrupto eres y en corrupto te convertirás, porque al final somos polvo.
15.- Ser corrupto es ser un triunfador en la vida y los negocios. Son las personas más decentes, la gente más generosa, los ciudadanos más altivos.
Y es que mediar con lo ajeno, si bien cuesta, no cuesta cuando se tiene en abundancia.
El país es una República Gruyere, el queso donde todos muerden. Es el escándalo de los ladrones y los que festejan el saqueo.
16.- Para gracia de todos, México será siempre así mientras el silencio y el miedo sea la moneda al portador de la cobardía y de los hambrientos.
17.- Por eso las leyes y las reformas son parte de un discurso cotidiano en un país de la abundancia efímera.
18.- Yo no encuentro salida. El Siglo XXI ha comenzado mal. No creo en la magia de las reformas ni en los veneros del petróleo. Parafraseando al gran poeta de Jerez, Zacatecas, Ramón López Velarde: «Los veneros del Petróleo, el Diablo».
19.- Lo que sí creo es que los corruptos son cada día menos porque han acaparado las leyes y las reformas de los veneros de que hablaba el poeta inmortal de «Suave Patria».
