CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Como consecuencia de un deterioro permanente de la calidad del empleo, la pauperización de los salarios, un sobreendeudamiento y de la enorme complejidad con la que las familias tuvieron que enfrentar el golpe de ajustes fiscales que minaron su capacidad de compra y restaron a su ingreso disponible, unos 18 mil negocios cerraron operaciones en Tamaulipas en 2014.
Las cifras proporcionadas del INEGI revelan que sólo en el último trimestre del año fueron 2 mil 500, mientras que en el tercer trimestre 4 mil 500 personas tuvieron que dejar sus propios negocios.
En los últimos meses de 2014, el empleo mal pagado en Tamaulipas se conjugó con un deterioro significativo en el poder adquisitivo de la población asalariada, lo que trajo como consecuencia el mayor estancamiento del sector comercial de los últimos años.
El INEGI reportó que la cifra de trabajadores mal pagados, es decir que ganan apenas 1 salario mínimo, aumentó de septiembre a diciembre en más de 10 mil personas al sumar más de 180 mil 200.
En contraste las personas que ganan más de 2 salarios mínimos se redujo al igual que quienes ganan 3 salarios mínimos, los segmentos donde se ubica el 60% de la fuerza laboral de Tamaulipas que vieron afectados sus ingresos.
Y aunque hubo más empleo, los niveles de ocupación no abonaron a dotar de una mayor fortaleza a la capacidad de compra de la economía tamaulipeca debido a los elevados niveles de apalancamiento de las familias en el Estado.
Según la información del Banco de México, el crédito de los tamaulipecos con la banca comercial se redujo en unos mil 500 millones de pesos del primero al cuarto trimestre del año pasado.
Durante todos estos años, las consecuencias de tener que saldar las deudas en lugar de consumir, se reflejaron en una importante debilidad del mercado interno, colapsado por un menor ingreso disponible de las familias.
Si en un año, los tamaulipecos pagaron mil 500 millones de pesos para tratar de reducir sus deudas, por regla simple el pago de la deuda privada tomará 10 años a las familias y a las empresas saldar el pasivo.
La debilidad del mercado interno que colapsó las ventas en los pequeños negocios se agudizó como consecuencia, además de los altos niveles de endeudamiento de las familias, quienes ante la falta de empleo y de ingresos fijos recurrieron a préstamos para salir con sus compromisos mensuales y en una buena parte para pagar sus deudas.
La situación se agravó luego de que un entorno internacional adverso perjudicó el nivel de empleo en la actividad de manufactura en la frontera donde se ubica el 80 por ciento de la actividad económica estatal.
A su vez, los bajos niveles de ocupación afectaron el consumo interno y perjudicaron el dinamismo en el sector comercial que representa el 64 por ciento de la actividad económica estatal.
El año pasado, un limitado y bajo gasto del gobierno federal desplomó los niveles de inversión público lo que impactó en el sector de la construcción uno de los más importantes en la economía tamaulipeca.
Apenas la semana pasada, el INEGI dio a conocer que la Tasa de Desempleo para Tamaulipas fue de 4.9 por ciento durante enero, muy baja respecto al 5.55 por ciento del mismo mes del año pasado y la más baja desde hace más de 8 años. Sin embargo, la misma institución reveló la semana pasada que el sector comercial al por menor mantiene una tendencia negativa en lo que respecta a su dinámica competitiva.
Hay empleo, y aunque el IMSS reporta un alza sostenida en el empleo formal, también es cierto que el salario promedio del trabajador asegurado apenas creció 0.5 por ciento en 2014 mientras que la inflación superó el 4 por ciento y los empleados que ganan apenas 60 pesos al día cada vez son más.
Y en el inter, el uso de tarjetas de crédito tuvo el mayor aumento en 10 años, al incorporar 138 mil plásticos a los actuales, lo que ya suman más de 800 mil.




