CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Para las ciudades de Estados Unidos que comparten su frontera con México, la dramática alza del dólar en su paridad con el peso es un “boomerang” que día tras día socava con dureza su economía ante una realidad: Sus clientes principales, los mexicanos, se empiezan a alejar.
El escenario es de todos conocido. Se trata de la cotización del dólar que esta semana se ha instalado cerca de su máximo nivel histórico para rondar los 16 pesos en la frontera y le está pegando tanto a los bienes de importación como a las compras de mexicanos en el sur de Texas, lo que en contraparte ha mejorado el nivel de ventas en las poblaciones del sur del río Bravo.
De acuerdo con el Banco de la Reserva Federal en Dallas, de los tres mil 500 millones de dólares que se recaudan por los impuestos generados por las ventas en McAllen, una de las ciudades favoritas para el “shopping”, hasta más del 50 por ciento provienen de compras de mexicanos.
Una publicación en Texas aseguró que los negocios ya resienten la volatilidad del tipo de cambio y el endurecimiento del dólar frente al peso.
“Hay un impacto casi directo entre el peso y nuestros niveles de venta al por menor, pero siempre ha sido así en McAllen…. Esperemos que el peso se recupere”, confió el alcalde de McAllen, Jim Darling.
Uno de los imanes para atraer a los compradores de la frontera mexicana ha sido el precio de la gasolina, pero en los últimos meses se ha desatado una guerra que, junto con el tipo de cambio, deja la gasolina mexicana apenas unos centavos más cara, pero no lo suficiente para pagar el precio, ida y vuelta, del puente internacional.
De acuerdo con el buscador de precios de gasolina en la Internet, “Texasgasprice”. en Texas se encuentra la gasolina regular hasta en 1.70 dólares por galón, 7.20 pesos litro; y 1.89 (8.01 pesos litro) en McAllen, mientras en la frontera de Tamaulipas el litro la Magna cuesta 7.97 pesos y 9.19 pesos la gasolina Premium.
UNA CRISIS RECURRENTE
Un estudio de la Universidad de Texas en Austin, señala que durante las crisis del peso entre 1994 y 1995 las ventas totales de bienes cayeron en la zona de Brownsville y Harlingen 7.6 por ciento, luego de ir marcando aumentos continuados y no se recuperaron sino hasta 1997, junto con la recuperación de la economía mexicana y el tipo de cambio.
En dólares de 1995, el crecimiento abrupto del tipo de cambio y la crisis económica en México significaron 62 millones de dólares de ventas menos para Brownsville, 89 millones para McAllen, y 131 millones para Laredo.
En 2009 cuando el dólar llegó al tipo de cambio que fue récord hasta el pasado 6 de marzo, la economía de las ciudades texanas en la frontera con Tamaulipas, también se resintió.
En McAllen, por ejemplo, mientras las ventas al menudeo totales en 2008 llegaron a tres mil 557 millones de dólares, al año siguiente, 2009, año de una fuerte crisis en la economía mexicana, las ventas cayeron a tres mil 260 millones de dólares y continuaron bajando hasta el 2010, cuando fueron de tres mil 184 millones de dólares.
De hecho hasta el 2014 McAllen volvió a recuperar el nivel de ventas de 2007, que fue tres mil 661 Mdd, lo que muestra la importancia de las compras de mexicanos y la interrelación de la economía del sur de Texas con la economía mexicana.
Una caída continua en las compras de mexicanos en esas ciudades, también tiene un efecto en el empleo, pero la situación también afecta a las ciudades de Tamaulipas, no solamente porque muchos fronterizos trabajan en Texas o tienen negocios de ese lado, sino porque el tipo de cambio tiene un efecto en las importaciones de bienes y con ello en los impuestos participables.
La Unión de Comerciantes y Empresarios del Norte, aceptó que las ventas en Matamoros en diciembre fueron más altas de lo esperado, mientras que el flujo de paseantes mexicanos hacia el Valle de Texas, se redujo.
Ni los pronósticos más optimistas ven una reducción de la paridad cambiaria peso dólar para todo el 2015, en cambio si consideran que un incremento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en Estados Unidos, podría apuntalar todavía más al dólar y lanzar la paridad hasta 17 por uno.
En las plazas comerciales de McAllen, Laredo y el Valle de Texas, ya comenzaron las ofertas con la finalidad de atraer compradores pese al encarecimiento del tipo de cambio.
UN MERCADO VOLATIL
En México la política cambiaria la rige una Comisión de Cambios integrada por representantes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México.
“A finales de 1994, dicha Comisión acordó que el tipo de cambio fuera determinado libremente por las fuerzas del mercado (tipo de cambio flexible o flotante)”, explica el Banco de México.
Desde entonces el tipo de cambio interbancario ha fluctuado desde los 4.887 pesos dólar en que se situó tras los famosos “errores de diciembre”, cuando el peso se devaluó 50 por ciento en una sola jornada.
En los últimos meses, a la par que la economía de Estados Unidos resurge y el dólar se fortalece contra todas las divisas, el tipo de cambio se ha encarecido y llegó, el tipo oficial, hasta los 15.44 el pasado 6 de marzo, el más alto de la historia, mientras las casas de cambioo fronterizas lo venden hasta en 16 pesos.
La volatilidad del tipo de cambio en México se debe, además de los factores de apreciación o depreciación de las monedas de México y Estados Unidos, al margen de intermediación que aplican los bancos, pero especialmente las casas de cambio en la frontera mexicana que en los últimos días ha llegado hasta 80 centavos de peso en la venta de cada dólar.
Mientras el tipo de cambio interbancario sitúa al dólar en 15.44, algunos bancos lo venden hasta en 15.80 y las casas de cambio en la frontera, en lo que quieren, hasta en más de 16 pesos por dólar.
A mediano plazo una caída en las importaciones puede tener algún efecto en las participaciones de Tamaulipas, el primer estado recaudador de IVA por los movimientos de comercio internacional y el tercero en recaudación total de impuestos en todo el país.
En los últimos tres años el punto más bajo del dólar interbancario fue de 11.98 pesos por billete verde, el 9 de mayo de 2013, tipo de cambio que propició un incremento en las ventas en Texas y una fuerte caída en la economía de las empresas comerciales fronterizas.
EL AGIO Y EL DÓLAR
Aunque para las familias que reciben remeses el incremento en la paridad cambiaria significa más pesos por los dólares que reciben, las casas de cambio que compran sus dólares e incluso algunos bancos que pagan las transferencias, les quitan muy altos márgenes de intermediación.
Mientras las casas de cambio actualmente venden el billete verde en 16 pesos, lo compran en 15.40 y hasta 15.20 pesos, lo que es menos que el tipo interbancario y en algunos comercios toman el dólar en 15 pesos.
La recomendación general es que quienes cobran remesas lo hagan en Telecom y no en negocios como Banco Azteca de Elektra, donde algunas familias se quejan de que los obligan a abrir una cuenta de ahorro para pagarles su dinero.
CAEN IMPORTACIONES
SUBEN EXPORTACIONES
En toda coyuntura financiera, siempre hay alguien que recibe beneficios.
Aunque para la economía de las familias fronterizas un tipo de cambio alto resulta grave, y para el comercio en el sur de Texas se puede convertir en crisis, para la industria manufacturera mexicana resulta un campo de oportunidad.
En 2011 y 2013, el tipo de cambio muy bajo, es decir, con un peso demasiado apreciado, resultó veneno para los exportadores mexicanos, especialmente los empresarios manufactureros.
En 2011 el tipo de cambio de menos de 12.30 por dólar le pegó a las exportaciones y alentó el crecimiento de la economía.
La debilidad de la economía de Estados Unidos en 2011, Según la Confederación de Cámaras Industriales(Concamin) tuvo ese año efectos en el aumento de importación de bienes de consumo y en la desaceleración de la economía mexicana, la cual no se ha podido revertir a la fecha.
Lo mismo volvió a ocurrir en 2013, cuando las exportaciones se debilitaron y las importaciones aumentaron, lo que resultó en una baja tasa de generación de empleo, especialmente en entidades exportadoras como Tamaulipas.
Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que bajó todo el consumo privado en enero, pero que fue el consumo de bienes de importación el que concentró la mayor caída con un menos 1.9 por ciento en diciembre pasado, con respecto al nivel del mes inmediato anterior.
“El consumo de Bienes de origen importado fue inferior en (-)1.9% y el consumo de Bienes y Servicios de origen nacional en (-)0.5% en el último mes de 2014 respecto al mes precedente, según datos ajustados por estacionalidad”, dice el Inegi.
Al mismo tiempo mientras los indicadores de las manufacturas son satisfactorias, en enero la industria automovilística mexicana creció por arriba de los esperado y se situó ya cerca de ser el tercer exportador mundial de automotores.