CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- A sus 12 años de edad, Miguel M. trabaja como paquetero en un centro comercial para ayudar a su mamá en los gastos de la casa y sostenerse junto con dos hermanos menores, ya que su papá falleció el año pasado.
Al igual que Miguel, en el último año, al menos mil niños han quedado huérfanos a consecuencia de la violencia en Tamaulipas.
«Mi papá trabajaba en San Fernando y venía a Victoria cada 15 días a vernos a mi mamá y a mis hermanos. Hasta que un día ya no llegó», narra.
«Yo soy el mayor de mis hermanos. Somos tres en total, y ahora me toca hacerme cargo de ellos con mi mamá; yo los cuido, no los puedo dejar solos».
El niño alterna la escuela por las tardes con el trabajo por las mañanas. Una situación nueva para toda la familia que cada día se adapta a la falta del padre.
«Yo estudiaba en el colegio con mis hermanos, pero ahora las cosas ya no son igual, mi mamá nos cambió a una escuela que está cerca de la casa, porque el colegio era muy caro».
«Hemos tenido que cambiar muchas cosas, pero yo hago lo que sea por mi mamá y por mis hermanos para que estén bien».
De acuerdo al más reciente informe de víctimas de homicidio, secuestro y extorsión del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP), de la Secretaría de Gobernación, el año pasado se acumularon mil 651 homicidios en Tamaulipas, lo que ubicó a la entidad entre las primeras 10 con dicho delito. El puntero es el Estado de México con cuatro mil.
El reporte reseña que de los mil 651 homicidios, 905 son del tipo doloso, es decir, se realizaron de manera intencional. Mientras que 746 fueron del tipo culposo, lo que significa que se cometió de manera involuntaria. Además, 538 personas más fueron secuestradas en el mismo periodo de tiempo.
La mayor parte de las víctimas eran mayores de edad y con familia, por lo cual sus hijos se convirtieron en huérfanos de padre, madre o de ambos.
A nivel estatal, ni la Comisión de Derechos Humanos, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), o el Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI) cuentan con la información precisa de la cantidad de huérfanos por la inseguridad, sólo la estimación basada en la cifra de SESNP, que a su vez fue reportada por la Procuraduría de Justicia del Estado de Tamaulipas de mil que están en esta condición.
El Fondo para la Infancia de las Naciones, UNICEF por sus siglas en inglés, expone que los niños y niñas huérfanos y vulnerables son aquellos que carecen de la protección más inmediata con que cuenta un niño: los progenitores. Entre los casos más comunes aparecen los niños y niñas que, con carácter transitorio o permanente; es decir, cuando han sido separados de sus progenitores o los han perdido de forma definitiva.
La Unicef refiere que la separación de los progenitores y de la familia resulta por lo general perjudicial para el bienestar y desarrollo del niño. Por otra parte, el ingreso en una institución tampoco suele ser la mejor solución.
«Los niños y niñas que carecen de la guía y protección de una persona adulta suelen ser más vulnerables y corren un mayor riesgo de padecer violencia, explotación, trata de menores de edad, discriminación y otros abusos».
«En situaciones de conflicto, la separación involuntaria de la familia y del abrigo de su comunidad -que en ocasiones les conduce hasta otro país- aumenta considerablemente la exposición del niño a la violencia, el maltrato físico, la explotación e incluso la muerte. Los niños y niñas que sobreviven habrán de enfrentar desnutrición, enfermedades, traumas físicos y psicosociales, y limitaciones en su desarrollo cognitivo y emocional».
