7 diciembre, 2025

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Hallan antigua civilización bajo tierra del puerto

En los terrenos que hoy ocupa el Puerto de Altamira encontraron los vestigios de Lomas del Real, una comunidad huasteca que vivió entre el 300 A.C y 200 D. C.

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Cuando Altamira decidió crear su Puerto Industrial, no imaginó que la economía contemporánea intentaría colocar sus bases donde antes habitó una importante comunidad huasteca: Lomas del Real.

Los primeros reportes de este hallazgo ocurrieron a mitad de la década de los noventa; sin embrago, en aquella época, no había en Tamaulipas un centro INAH, se contaba con un arqueólogo en la entidad y resultaba insuficiente responder a las necesidades de un territorio plagado de riqueza antropológica y arqueológica.

En el año 2007, cuando brilló un nuevo sol para la historia, iniciaron los trabajos de salvamento y se descubrió los entierros de una civilización que pisaba estas tierras entre los años 300 A.C. al 200 D.C., poseen ornamentos de jade, piedra verde y obsidiana, piedras que no se encuentran en la zona y las que hacen presumir una relación comercial con grupos del sur.

La primera intervención a la que tuvo acceso el antropólogo Jesús Ernesto Velasco y que hoy continúa en investigación bajo la dirección del arqueólogo Gustavo Ramírez Castilla, arrojó los restos óseos de 51 individuos.

“Todo parece tierra a simple vista, pero es barro, piso de barro, ellos descubrieron una técnica para hacer sus pisos con barro y endurecerlos con fuego. Utilizaban también otra mezcla con conchas pequeñas para hacer sus pisos”, explica Ernesto Velasco.

Las casas estaban construidas a base de tierra, y los cuerpos presentaban una similitud entre sí, la colocación de una vasija en la cabeza, como especie de ritual, utensilios entre las ofrendas como molcajetes, flautas de barro, vasos y cucharones.

Se cree que ellos vivieron en la misma época que los habitantes de Balcón de Montezuma y quizá ahí esté la procedencia de las conchas que se encuentran en los ornamentos de la sierra.

Las investigaciones aún continúan, pero sorprende a los especialistas que estos individuos reflejen en sus huesos serios problemas de salud causados por la desnutrición.

Lo que supone la distinción que ya existía entre las diferentes clases sociales, donde a pesar de la evolución la alimentación es el fantasma de muchos pueblos.

“Cuando empieza a haber obra de infraestructura en el Puerto Industrial de Altamira, comienzan las modificaciones del entorno y modificaciones grandes, es modificar la geología, así que cuando hicieron esas construcciones encontraron los sitios arqueológicos de la costa. Nuestra misión es encontrar quiénes eran y cómo vivían, comenzamos a excavar en 2007 o 2008, aún en 2014 seguimos investigando, pero son otra población y otro momento en Tamaulipas, son muy distintos a los encontrados en La Sepultura (Tula, Tamaulipas)”, explica Ernesto Velasco.

Parte del trabajo de un Antropólogo Físico, es estudiar los huesos para conocer las formas de vida de aquellos seres.

Y a pesar de la cercanía del mar hay un déficit de hierro, entre los habitantes de Lomas del Real, revelan caries, causada por la ingesta de carbohidratos de manera excesiva y la falta de aseo, infecciones específicas como hongos, bacterias, virus y otras infecciones no especificadas.

Se encontró también malformaciones en los huesos porque quizá esos individuos de Lomas del Real estuvieron expuestos a largas jornadas de trabajo y a grandes caminatas que provocaron osteofitosis, es decir, degeneraciones en articulaciones.

Hubo desgaste dental que pone en evidencia que ellos, tanto hombres como mujeres utilizaban sus dientes como una herramienta.

Se registra también mortalidad infantil desde aquella época y ofrendas en los entierros que varían dependiendo de la clase social a la cual pertenecían los difuntos.

Los entierros humanos hablan de una comunidad sedentaria, dedicada a la caza – recolección, pesca y agricultura como sus estrategias de subsistencia.

“El estudio que hicimos nos da una sistematización de indicadores. El hecho de que la gente no tenga acceso a recursos o los tenga pero muy restringida la dieta, también es malo. Porque no tienen otra fuente de proteína y la pregunta es por qué no lo hacen si tienen venado y el mar. Otro comportamiento es que ellos mismos se limitan los recursos por cuestión de clases sociales, los caciques controlan los recursos y el resto de las personas no tienen acceso a ellos. Cuando eso se complica para adaptarse a otras necesidades de producción se limita el acceso a otros, es decir, no todo es progreso y surgen las desigualdades”, explica uno de los investigadores que comparten los resultados de sus investigaciones en el Seminario “Población Ancestral de Tamaulipas” celebrado en el Museo Regional de Historia.

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