Sin embargo según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, algunas informaciones apuntan a que 44 personas habrían muerto en la provincia de Penama, en el centro de Vanuatu, pequeña nación insular al sureste de Australia.
Naciones Unidas indicó que el ciclón tropical devastó las islas del archipiélago, lo que podría ser uno de los peores desastres en la historia del Pacífico.
Un testigo del desastre en la capital Port Vila dijo que comunidades enteras, donde muchas de las casas están construidas con techos y paredes de paja, fueron simplemente arrasadas por los vientos.
La Cruz Roja Australiana advirtió de que la destrucción causada por el paso del ciclón es «increíble» y que las necesidades humanas serán «enormes».




