CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Resolver la imposibilidad personal de una pareja para tener hijos, como en muchos otros casos en México, también es una cuestión de pesos y centavos, en donde alquilar un vientre —madre subrogada—para ese objetivo puede costar hasta 150 mil pesos.
La publicación del libro “Maternidad Subrogada. Explotación de Mujeres con fines reproductivos”, editado por la Cámara de Diputados, ha hecho visible un tema controvertido por sus implicaciones médicas, de legalidad y de peligros graves, al convertirse en puerta de entrada para la trata de personas.
Tamaulipas aún no cuenta con una ley en la materia, lo que hace de alto riesgo esta práctica, pero en el país ocho estados cuentan con una legislación que regula lo que también se denomina madre subrogada o renta de vientres, terreno en donde el más popular es Tabasco, a donde llegan cada año cientos de parejas tanto mexicanas como de Estados Unidos, España y Canadá, en busca de un útero para gestar a un hijo.
La razón de que parejas de esos países opten por venir a México, es también económica. En el extranjero tendrían que pagar más de 100 mil dólares por esta práctica, a la cual se recurre por infertilidad, en la mayoría de los casos, mientras en México el costo varía según la clínica, pero la suma promedio es entre 100 mil y 180 mil pesos, que se reparten entre los doctores y la madre que renta su vientre. Eso si bien le va a ésta.
De acuerdo con la diputada local Erika Crespo, integrante de la Comisión de Salud en el Congreso tamaulipeco, en la entidad no se ha presentado ninguna propuesta para legislar sobre la subrogación de vientres, ni en esta legislatura ni en otras anteriores.
En entrevista, dijo que al no estar incluido el tema en la Ley de Salud en el Estado, no se ha hecho visible el tema, además de que no es uno de los reclamos prioritarios de la sociedad tamaulipeca.
No obstante, aseveró que en el momento en que alguna agrupación o los particulares propongan ante los legisladores una reforma al respecto, de inmediato se analizaría, pues dijo que la sociedad es la que marca la pauta en legislación.
Esos temas, agregó, son sensibles y provienen del avance social por lo que las leyes deben ir acordes a estos cambios.
RENTA DE VIENTRES
ENTRADA A LA TRATA
DE PERSONAS
Crespo resaltó que de acuerdo a datos nacionales sobre trata de personas, se ha comprobado que la subrogación de vientres ha sido la puerta falsa por donde muchas mujeres han caído víctimas de ese mundo de terror.
Y es que el dinero es lo que atrae a cientos de mujeres para participar en una práctica médica que implica todo un proceso de inseminación artificial, y desde la concepción hasta el nacimiento del hijo ajeno.
La entidad que más destaca es Tabasco que a diferencia de otros estados sí permite un lucro y ha convertido esta actividad que en principio era altruista, en un negocio altamente rentable.
Lo más importante y por lo que se ha estado legislando sobre este tema, explicó, se debe a que se ha utilizado como una forma de atraer a mujeres que corren el peligro de caer en bandas dedicadas a la trata, eso sin contar que se violenta el derecho de las mujeres y del menor en gestación.
“Esa ha sido la situación que ha hecho necesario legislar en cuanto al tema en esos estados porque se dan ese tipo de anuncios en redes sociales y medios de comunicación donde invitan a mujeres jóvenes a prestarse a estos servicios y después lamentablemente es para la trata de personas”.
Agregó que en Tamaulipas no se ha hecho visible por lo pronto, un problema de esta naturaleza, sin embargo reiteró que el Legislativo está abierto a recibir propuestas de la sociedad.
La legisladora aceptó que con una ley que regule estos procesos médicos se prevendrían problemas jurídicos tanto para las parejas que buscan ser padres como de las mujeres que gestarían al bebé, pues se han presentado casos en que al llegar a término, ha habido madres sustitutas que se niegan a entregar ese hijo.
También ha sucedido que quienes piden el útero en renta, no concretan el pago de los servicios, y así como éstos puede haber otros problemas que requieren de seguridad jurídica, pero recalcó que todos estos factores se tendrían que analizar para crear un reglamento y eso si la sociedad lo demanda.
LA INFERTILIDAD ES MÁS GRAVE EN LA POBREZA
El no poder tener hijos trae sufrimiento para las parejas en esta situación, y es peor cuando no se tiene el dinero para pagar cualquiera de los procedimientos artificiales que ofrece la ciencia, que mínimo se cotizan por arriba de los 100 mil pesos.
En México ni los sistemas de seguridad social, el Seguro Popular o las compañías de seguros pagan estos tratamientos, una situación que es grave ante el alto porcentaje de personas infértiles, ya que según la Encuesta Nacional de Salud, revela que 3 de cada 10 mexicanos tienen algún grado de imposibilidad en la reproducción.
La doctora Aída Martínez Hernández, quien tiene una especialidad en Biología de la Reproducción por el Centro de Fertilidad del Instituto para el Estudio de la Concepción Humana (IECH), dijo que lamentablemente en México la infertilidad no se considera un problema de salud.
Precisó que esto es absurdo si se toma en cuenta que esta incapacidad provoca trastornos físicos, psicológicos, emocionales y hasta sociales, y en muchos casos es factor de ruptura del vínculo de pareja.
“Se ha intentado por muchas maneras que se tome la infertilidad como una enfermedad, sin embargo, existen muchos intereses, los medicamentos para infertilidad no tienen ninguna patente vencida y son muy caros”, menciona.
No obstante, platica que existe una opción para que las personas de escasos recursos vayan al procedimiento In Vitro, mediante el programa “Bebé en casa” auspiciado por la iniciativa privada, que absorbe el 50 por ciento del costo del tratamiento que es de unos 100 mil pesos.
En el tema de los vientres subrogados, señaló que en Tamaulipas no se conocen casos hasta ahora y lo que se sabe es que las parejas infértiles o que por otras razones buscan este método, buscan esos servicios fuera del estado.




