CIUDAD MADERO, Tamaulipas.- Andrea y Juan Antonio ya aprendieron a vivir así. Rodeados de un olor fétido e insoportable. Las ventanas están selladas. La vida en la calle Díaz Mirón y Servando Canales se rige por el “hoyo”.
Las recomendaciones son las de siempre desde el 14 de septiembre de 2014.
“Ten cuidado cuando salgas no te vayas a caer. No andes jugando pelota cerca del hoyo. Ni se te ocurra asomarte porque te puedes caer”.
En los costados del hoyanco, entre el acumulamiento de arena ya hay vida vegetal.
Andrea Ortiz advierte que no creen en los anuncios que prevén que para el mes de junio quede concluido.
“¿Qué les vamos a creer? Así nos dijeron el otro día, que ahora sí, que para diciembre y ni avanzan ni nada”.
Recordó que el mes pasado, un trabajador quedó atrapado en la profunda zanja, luego de colapsar. “Los trabajadores ahí andan en el hoyo, sin protección y sin nada, a la buena de Dios”. El agujero, comenta Juan Antonio Pérez, ya es parte del paisaje del sector. Es responsable, agrega, de que al menos seis negocios que se ubicaban en la calle Servando Canales, entre Díaz Mirón y prolongación Primero de Mayo dejarán de operar.
En la esquina, hay dos negocios de comida que subsisten con la mermada venta diaria.
Antes del 14 de septiembre del 2014, los ingresos superaban un estimado de los 250 a 300 pesos de ganancia neta.
Hoy en día, añade, Rosa María del Angel, comerciante del lugar apenas superan los 150 pesos en un día muy bueno.
