Son tiempos electorales y aún en la dichosa intercampaña donde partidos políticos y sus abanderados tienen, y deben, sólo trabajar en asuntos partidistas atendiendo las anotaciones del código electoral, el ruido es intenso.
Se supone que todos los partidos deben sujetarse a las reglas, tiempos, espacios que marca la autoridad electoral y mientras no se dé la voz de arranque, los candidatos no pueden andar promocionándose o incitando al voto.
Bueno, en teoría y por ley así debería ser pero hay quienes se mueven vertiginosamente, lo peor es que hay personajes que en su afán de ver a su candidato sentado en una curul en San Lázaro, lanzan encuestas tendenciosas para confundir al electorado.
Todavía no hay registro de aspirantes ante la autoridad electoral, ningún candidato ha salido a recorrer libremente el territorio, la ciudadanía aún no escucha propuestas, a muchos ni los conocen, y resulta que ya hay encuestas con tendencias de triunfo.
Cierto es que las encuestas, y algunos sondeos de opinión, realizados en forma seria y responsable, son una herramienta confiable de medición cuando se aplican con respeto a la ciudadanía y dejan afuera los intereses políticos o económicos de las propias casas consultoras o algún partido o candidato, pero lo de hoy no se parece nada a eso.
Igual es verdad que hay de encuestas a encuestas, existen las que sólo sirven para que, quien las realice, se gane unos cuantos pesos engañando a quienes le contratan, otras para que los propios aspirantes se engañen solos y muchas más para engañar al pueblo, sorprenderlo haciéndole creer que tal o cual candidato o instituto político es el que cuenta con la mayoría de las preferencias electorales sin importar la realidad.
Es grave que el sentido de las encuestas se desvirtúe en tiempos electorales, que sobren los personajes que paguen estudios a modo o los que las hagan esperando sean las cosas como ellos dicen porque así les conviene, pero esa gravedad terminará en 7 de junio, así que tampoco son para exagerar.
Lo cierto es que la verdadera encuesta en un proceso electoral es el día de la elección, ahí es donde el pueblo puede validar los números publicitados o bien dejar en ridículo a quienes se prestaron al juego macabro del manipuleo de números tratando de confundir al electorado.
Lo anterior viene a colación porque hace unos días apareció una encuesta realizada por LAVIN y asociados, en ella le marca un panorama muy gris, mejor dicho, negro a los priistas, ningún distrito se salva, tan bien le iba a los azules que ya casi beatifican al dueño de esa casa encuestadora.
Con la encuesta se hace pensar que alguien le pagó para hacerla a modo, que hay un interés ajeno al PRI que quiere mortificarlos, lo cual no se duda, porque es la lucha por el poder, pero la verdad es muy prematuro para que una encuesta tenga certeza.
Otra verdad es que en otros tiempos LAVIN y Asociados realizaba encuestas para el ahora Senador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA atendiendo instrucción de RAÚL GARCÍA VIVIÁN con quien trabajaba LUIS LAVÍN, dueño de la empresa, también eso puede generar suspicacias.
La situación es que ahora LAVIN y Asociados hace sus mediciones que inmediatamente exhibe para que otros las publiquen en las redes sociales, cualquiera pensaría que lo hace atendiendo intereses panistas, que repetimos, no se duda, pero sorpréndase, en este caso es pensando en un priista.
Mire, si el PRI sufre una catástrofe como vaticina LAVIN en sus encuestas JONATHAN ALEXANDER MORRIS, quien va en la posición quince de la lista plurinominal por la segunda circunscripción se convierte en Diputado Federal.
Dirá usted y qué tiene que ver eso con LAVIN, le explico, resulta que LUIS LAVIN desde ya hace más de un año es el asesor y compañero de JONATHAN, de hecho son los LAVIN los que están acompañando al muchacho MORRIS HERNÁNDEZ hasta para ir al baño e indicándole qué papel tomar y cómo utilizarlo.
Entonces, quién cree usted que es el más beneficiado si pierde el PRI, exacto, LUIS LAVIN, con sus encuestas le está apostando a su futuro, cobrar un sueldo como asesor de un Diputado Federal es bueno, más si lo puede a su antojo manejar, pero es aún mejor estar en un lugar donde se puede vender muy bien como compañía encuestadora.
En fin, el caso es que comenzó la guerra de las encuestas, que persiguiendo un fin ya apareció la primera marcando tendencias prematuramente cuando aún ni siquiera están los candidatos registrados.
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