CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los sacerdotes pueden ser intermediarios en caso de secuestro cuando lo pide la familia de la persona que está en esta condición, sin embargo no es una práctica que haya ocurrido hasta ahora en esta Diócesis, informó el obispo Antonio González Sánchez.
En entrevista al término de la celebración de la Hora Santa dedicada a los desaparecidos, secuestrados y sus familias, que se realiza en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, el Obispo dio pormenores de la carta emitida hace seis años por los obispos a causa de la inseguridad y donde se ofrecen a ser mediadores.
El texto señala que: “… los obispos y sacerdotes tienen la tarea de ser constructores de paz, y ofrecer sus servicios para la mediación en los conflictos para que se supere la sinrazón de la violencia y mediante el diálogo se encuentren caminos de paz y reconciliación”.
González Sánchez dijo que en la práctica esta intermediación no se da, aunque está el ofrecimiento de hacerlo entre diversas personas y con mucha prudencia, y sería del lado de la familia de alguna persona secuestrada.
Mencionó que en otro lugar del país ocurrió la solicitud de los secuestradores a un obispo para que hiciera la entrega de la suma del rescate, y simplemente fue un intermediario, caso que aquí no ha sucedido.
También dijo que las oraciones de esta Hora Santa se pronunciaron particularmente para pedir el retorno del sacerdote Carlos Ornelas, quien desapareció hace poco más de un año y medio.
«Continúa la
inseguridad»
El obispo de la Diócesis Católica de Victoria Antonio González Sánchez aseguró que este 2015 se viven los mismos escenarios de inseguridad que años anteriores por lo que la Iglesia está orando por las víctimas. El representante de la Iglesia Católica dejó en claro que la situación no ha cambiado mucho, en el tema de seguridad, y lo que hace la Iglesia es celebrar la hora santa para orar por las víctimas del delito.
¿Han cambiado los escenarios de inseguridad de años anteriores?
«Desgraciadamente no, yo siento que seguimos casi igual, de pronto bajan las cosas desastrosas pero no, ahí están tristemente los secuestros, las extorsiones, ahí están».
