Nueva York, abril 6. Las cosas aparecen ante nosotros como en una cinta cinematográfica donde nos convertimos en poetas urbanos. Un espíritu urbano de nuestros días es capaz de captar todas estas imágenes y seleccionarlas para el ojo y la memoria. La aceptación del arte como cosa urbana es una de las fórmulas de la aceptación de las nuevas tendencias de las artes contemporáneas.
En estos días de Nueva York son un repaso a ese sentido de la observación hacia las cosas susceptibles de ser convertidas en arte por los artistas urbanos que somos todos. Una escoba arrumbada, un trapeador, una caja de galletas, un bote de basura y una disecada comida de aparador, con la gente misma integran esa «obra de arte urbana», que se distinguen en los museos. En mi conjetura; la obra de arte es una selección del ojo estético de las personas cultas o una variante de las posibilidades del entendimiento sobre las cosas que concurren en la ciudad. Apreciar lo «insignificante» por su significado es en síntesis de la conclusion sobre la obra de arte contemporánea.
De otra manera no podríamos comprender «las cosas botadas» en el MOMA , el Museo de Arte Contemporáneo de NY. Las escenas fantasmales de espejos, de la artista iraní Monir Shahorudy en el Guggenheim, tema recurrente pero novedoso «Las infinitas posibilidades de los espejos», que ha convocado a medio Nueva York. Artista que, paradojicamente proviene de un país musulmán, nos causa gran inquietud al trabajar con formas de cosas imposibles en M. C. Escher. Es la nueva visión del arte lo que conmueve al arte. Las cosas insignificantes se convierten en significativas.
Aprecio las técnicas de trabajo y también las técnicas de atraer al museo a los niños y a los jóvenes abriendo la «oportunidad» de comprender estas «confesiones» urbanas de los artistas. Desde Marcel Duschamps a principios del siglo XX con su famoso «inodoro», hasta los poemas abstractos de finales de siglo pasado, el caos urbano es obra de arte.
Una de nuestras tareas es acercar el público a la obra de arte. Yo lo hago desde mi taller que camina esplendoroso. He creado un sitio, un punto referente del arte en Tamaulipas, y es parte de mi trabajo y comunión con lo urbano. Estos días de Nueva York han sido venturosos y de gracia visual. Tan bellos como esta mañana de Domingo de Resurrección en la sagrada misa de la Catedral de San Patricio, que está siendo restaurada.
