CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Luego de 8 años de alzas consecutivas en el precio, la venta de gasolinas en Tamaulipas tuvo el mayor desplome de su historia al registrar el más bajo volumen en el valor de las ventas en 84 meses.
La información proporcionada por la Secretaría de Energía, reporta que en los primeros meses de 2015, la venta de petrolíferos reportó una caída del -21.7 por ciento.
En millones de pesos, esta reducción se cuantificó en pérdidas por 225 millones de pesos para las gasolineras de la entidad.
Los precios homologados de la gasolina en la frontera datan desde el año 2002 y se aplica hasta 20 kilómetros al sur de la frontera
Por mes, el gasto de 1.3 millones de propietarios de automóviles en Tamaulipas era en junio del año pasado de alrededor de 1,300 millones de pesos, mientras que en enero de este año la cifra bajó apenas a 1,035 millones.
Sin embargo, en febrero de este año se redujo hasta 810 millones de pesos.
La mayoría de las zonas urbanas de la entidad tuvieron pérdidas mientras que Reynosa fue la única plaza donde las ventas aumentaron.
Durante el año pasado el gasto de los tamaulipecos en este bien registró un aumento de más del 16 por ciento equivalente a más de 192 millones de pesos en 2014, según la información de la Secretaría de Energía.
El consumo promedio de hidrocarburos en la entidad pasó de 1,297 millones de pesos en junio a 1,371 millones en julio, un aumento del 5.70 por ciento.
Por su parte, el millonario subsidio que se otorga al precio de las gasolinas sigue beneficiando a los que más tienen, pues del millón 300 mil vehículos que circulan, alrededor del 10% son de lujo, o grandes consumidores de gasolinas quienes en consecuencia son quienes más subsidios reciben. Caso contrario las familias con menos recursos que no tiene auto no se benefician de este subsidio que además de caro, es injusto e inequitativo.
La información de Hacienda revela que los hogares con los ingresos más bajos del país realizan el 1.5% del consumo total de gasolina y el 0.80% del consumo total del diesel, mientras que los hogares con los ingresos más altos realizaron el 31.1% del consumo total de gasolina y el 37.1% del consumo total de diesel».
Al ser un bien producido y distribuido por el Gobierno, el precio de las gasolinas no son determinados por el mercado como cualquier otro producto, sino que están en función de criterios gubernamentales y políticos.
Debido a que la mayor parte de la gasolina que se consume en el país es importada, porque Pemex no tiene capacidad para producir y satisfacer las necesidades de combustibles del mercado nacional, cuando en el mercado internacional hay aumentos en las gasolinas, el Gobierno evita que estos aumentos se reflejen en la gasolina que se consume en el país y aplica el llamado subsidio.
Desde hace años el Gobierno que cada vez tiene menos recursos y más necesidades, decidió ir limitando el subsidio que aplicaba a las gasolinas, y aplica deslizamientos, es decir, aumentos mensuales en el precio de la gasolina. Es decir, el dinero que aplicaba para subsidiar ahora lo está captando del mismo cliente a través de aumentos programados, lo que significa que la gasolina se fue encareciendo hasta alcanzar el precio que hay en el mercado internacional.
Mientras más paguen los mexicanos por gasolina, el Gobierno no tendrá que aplicar dinero vía subsidio en la lógica de que ese subsidio en lugar de irse a programas sociales como los que buscan reducir la pobreza, lo reciben en realidad quienes compran gasolina, es decir, los ciudadanos con dinero. Los pobres no se benefician del subsidio porque no tienen carro al cual echarle la gasolina subsidiada.




