15 diciembre, 2025

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Acaban con red de tráfico de chinos

Los responsables de la organización delictiva cobraban una media de 20 mil euros por cada persona trasladada que tenía que satisfacer la cantidad cuando llegaba al país de destino

MADRID, España.- La Policía española desmanteló una red de ‘coyotes’ chinos que se saldó con la detención en la provincia de Barcelona de 80 personas vinculadas con el tráfico ilegal de personas de la misma nacionalidad.

Los responsables de la organización delictiva cobraban una media de 20 mil euros por cada persona trasladada que tenía que satisfacer la cantidad cuando llegaba al país de destino.

Los ‘coyotes’ amenazaban gravemente a la víctima o a sus familiares residentes en China en el caso de no abonar el dinero pactado.

Entre los ciudadanos chinos detenidos se encuentran los máximos responsables de la organización criminal cuyos principales países de destino eran Reino Unido, Irlanda, Canadá y Estados Unidos.

«Los traslados eran organizados desde Barcelona y otras localidades de la misma provincia, utilizando una red de agencias de viaje regentadas también por ciudadanos chinos», señala el Ministerio español del Interior.

«La organización captaba a sus víctimas en China, utilizando principalmente el método del boca a boca, difundiendo la promesa de llegar a cualquier país que quisiera», agrega la dependencia.

Una vez que las víctimas eran captadas, la red iniciaba los trámites necesarios para que pudieran entrar en cualquier país del espacio Schengen de la Unión Europa (UE), en el que no existen fronteras.

Los ‘coyotes’ chinos utilizaban diferentes rutas, como vuelos directos desde China a Europa o el desplazamiento clandestino por la frontera entre Turquía y Grecia, utilizando documentación fraudulenta o pasaportes auténticos obtenidos de terceras personas con quienes las víctimas mantenían cierto parecido físico.

«Tras ser introducidos en Europa, la organización los trasladaba hasta España, donde eran alojados en pisos controlados por la organización y ubicados en Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramanet, y que cada poco tiempo iban cambiando para no llamar la atención de los vecinos y así dificultar también la labor de localización de la Policía», indica el Ministerio del Interior.

«Con todo lo necesario para el viaje preparado, el siguiente paso era enviar a las personas traficadas hasta el destino final, acompañadas en todo momento por los denominados ‘pasadores’, que las controlaban durante el viaje para minimizar cualquier riesgo de fuga o de ser detectados o detenidos por la policía de fronteras».

Los ‘coyotes’ mantenían contacto continuo con los máximos responsables de la organización y contaban con una amplia experiencia y un gran conocimiento de las ciudades y los aeropuertos frecuentados en las diferentes rutas utilizadas, además de conocer al detalle los procedimientos policiales y judiciales.

La mayoría de estos ‘pasadores’, muy valiosos para la organización, residían en diferentes países asiáticos, y viajaban a Europa expresamente cuando se les encargaba trasladar a las personas, según la Policía española.

«Aprovechaban su estancia de tres meses (en Europa) para continuar desarrollando dichas actividades delictivas, destacando especialmente uno de ellos, al que se le ha conocido la utilización de al menos catorce identidades diferentes durante el último año, con las que viajaba por todo el mundo sin levantar sospecha alguna».

Las investigaciones se iniciaron en abril de 2013, cuando la Policía tuvo conocimiento de la existencia de una organización delictiva, formada en su mayoría por miembros de nacionalidad china, que operaba desde diversas ciudades de la provincia de Barcelona.

Además, los principales responsables del grupo mantenían vínculos con otras organizaciones similares asentadas en Europa y otros continentes que operaban como células independientes y autónomas.

Las investigaciones permitieron establecer el dinamismo y la capacidad que la organización tenía para adaptarse a las nuevas situaciones, así como el hermetismo y la perfecta estructura jerarquizada que caracteriza a las organizaciones delictivas de origen chino, concluye la Policía.

La operación culminó con la detención de ochenta personas acusadas de presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, atentar contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, favorecer la inmigración irregular y falsificar documentos, entre otros ilícitos.

Durante los registros practicados en las viviendas de la provincia de Barcelona la policía intervino 107 pasaportes falsificados de diversas nacionalidades, cinco sellos de caucho de diferentes puesto fronterizos (varios Estados Schengen, Australia y Malasia, entre otros), equipos informáticos, y dinero en metálico de diferentes países.

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