5 julio, 2025

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Piden editores españoles ayuda urgente

La crisis económica, que afecta también a algunos de los principales destinos de exportación de libros, como Argentina o Venezuela, la piratería, y los bajos índices de lectura se conjugaron para poner en jaque a la industria editorial

MADRID, España.- Los editores españoles lanzaron un grito de socorro al Gobierno del Partido Popular (PP), ante las extremas dificultades por las que atraviesa el sector del libro en ese país.

La crisis económica, que afecta también a algunos de los principales destinos de exportación de libros, como Argentina o Venezuela, la piratería, y los bajos índices de lectura se conjugaron para poner en jaque a la industria editorial.

«La gravísima situación del libro y la lectura en España hacen urgente y necesaria una gran movilización social, liderada por los poderes públicos», advirtió la Asociación de las Cámaras del Libro de España en su propuesta del Plan Integral para el Fomento del Libro y de la Lectura.

La piratería se convirtió en la principal amenaza para el libro, que se ha vuelto mucho más vulnerable desde que estalló la crisis económica en 2008.

En 2014 se llevaron a cabo 335 millones de descargas ilegales por un valor de 907 millones de euros, lo que perjudica gravemente la capacidad de la industria editorial española, que anualmente deja de percibir unos 300 millones de euros.

«La situación del libro es francamente difícil y para ello se han conjugado varios factores. La crisis económica, la piratería que ha hecho mucho daño al sector, la adaptación al mundo digital y la entrada de nuevos agentes como Amazon, que han dificultado el desempeño de las librerías en España», señaló a REFORMA Carlos Ortega, Secretario General de la Cámara del Libro de Madrid.

Todo lo que sea disminución del libro físico y aumento del libro digital repercute negativamente en las cuotas de mercado de las librerías convencionales, agregó.

Otro de los factores que afectó negativamente a la industria editorial es la escasez de lectores en soporte papel, sobre todo entre los más jóvenes que optan por ediciones digitalizadas de libros tanto legales como ilegales.

Además, existe una insuficiencia cualitativa de la lectura ya que, según el informe PISA, la comprensión lectora en España se sitúa 21 puntos por debajo de la media de los países de la OCDE, lo que constituye junto al escaso número de lectores la mayor deficiencia cultural y educativa de la sociedad ibérica, advierten las Cámaras del Libro.

Según el eurobarómetro de la Unión Europea de 2013, apenas el 60 por ciento de los españoles leyó un libro en el último año, en contraste con Suecia (90 por ciento) y Países Bajos (86 por ciento).

«Los índices bajos de lectura no ayudan, pero no son la causa fundamental de la crisis ya que estos índices también existían cuando había en España una industria editorial más saneada y fuerte», matizó el Secretario de la Cámara del Libro de Madrid.

Entre las medidas propuestas por las Cámaras del Libro de España para remontar la crisis en el sector figuran el fomento de la lectura, las deducciones fiscales y la homologación del IVA en el libro impreso (4 por ciento) y el electrónico (21 por ciento).

«El libro digital no se considera un producto, sino un servicio, ya que lo que se hace es una descarga a través de internet, por lo que tiene un IVA mucho más elevado que el libro físico. Este impuesto dificulta la entrada del libro digital en el mercado», indicó Ortega.

Además, las Cámaras de Libro reclaman una defensa más efectiva de la propiedad intelectual y un combate más enérgico contra la piratería, tanto por la vía administrativa como penal, así como la realización de campañas pedagógicas.

«El sector aboga primordialmente por una defensa del derecho de autor que ponga coto lo más posible a la piratería, que perjudica también el texto universitario y escolar», precisó Ortega.

Por último, se demanda una mejora de la comercialización mediante el reforzamiento de la red de librerías de proximidad y la concesión de líneas de crédito blando.

En 2014 cerraron 912 librerías, la mayoría pequeñas, y se crearon 226, por lo que actualmente el número de espacios independientes de venta de libros se sitúa en 3 mil 650, menos de la mitad de los que existían antes del estallido de la crisis en 2008.

El sector librero acumula pérdidas de 163 millones de euros en los últimos cuatro años, como consecuencia de la caída del 40 por ciento de su facturación.

El número de títulos editados anualmente en España se acerca a los 90 mil, de los cuales el 30 por ciento aproximadamente van destinados a la exportación, fundamentalmente a países latinoamericanos como México, Venezuela y Argentina. Estos dos últimos han reducido drásticamente la importación de libros españoles por la crisis económica.
La industria editorial ibérica, que factura al año globalmente más de 5 mil millones de euros, es la cuarta del mundo, detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania.

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