1.- En Tamaulipas cualquier ciudadano puede afirmar que madrugó, y que ya tiene «su candidato» de la Gubernatura del Estado, pero no cualquiera puede presumir que tiene dos. Yo tengo dos candidatos «tapados» y si uno me falla, pues todavía me queda el otro, uno es «chapulín» y la otra es «golondrina». Sería mucha mala suerte si con un gallo y una gallina no ganara. Además, tengo dos candidatos a la gubernatura por dos sencillas y claras razones; porque me da la gana, y porque a mí los candidatos me gustan como las mujeres y los calcetines: por pares.
2.- Claro que la cosa no es fácil, porque mis candidatos andan mal de la cabeza. No son muy inteligentes y llegaron a la política por capricho del destino. No puedo hacerles entender que todo proyecto político requiere de una estrategia, y un repertorio de tácticas, o cuando menos de una brújula. ¡Vuelan por instrumentos estos muchachos!.
3.- Se andan moviendo los pobres como los gavilanes viejos, con el puro vuelo; como los cantantes, con el puro pecho; como las mujeres malas, con las puras «pompis», y así realmente como que no la van a «hacer» y la gubernatura sigue en la cola de un venado.
4.- Mi mala suerte es que mis 2 candidatos son igual de atarantados, y sobre todo mitómanos. Una grita a todas horas que Miguel Ángel Osorio Chong la adora y apapacha, y el otro dice que Manlio Fabio Beltrones se muere en la raya por su candidatura. O sea que según ellos, tienen mucho apoyo, pero el problema es que ellos no se apoyan a sí mismos.
5.- En cuanto al dinero, que es el verdadero combustible de la acción, el asunto está peor porque mis candidatos son codos, avaros y no sueltan ni siquiera alguna morralla para comprar chicles. Por eso andan bajos de carisma, y como son tracaleros piden fiada la simpatía, la comida, la compañía, el apoyo, el aplauso y hasta le tiran sablazos a sus partidos.
6.- El problema mayor que voy a afrontar como partidario sincero, es que mis dos candidatos vayan a venderse antes que yo los venda, o de que también me vendan a mí como pilón. Estoy preparado para todo. Desde el día en que me decidí a apoyarlos, sabía que debería prepararme para la traición, la vendimia, la calumnia y el «fuego amigo».
7.- Por más intentos que hago en meterles fósforo en sus cabecitas, no logro despertarlos y eso me preocupa. Necesito provocar una serie de crisis políticas y llegar hasta el caos si es necesario, con tal de hacer triunfar a alguno de estos rejegos y desobedientes muchachones.
8.- Si tuviera dólares, lingotes de oro o cuando menos algunos centenarios, contrataría de inmediato a Bladimir Martínez, «Poncho» Sierra, Carlos Mora, y al «Pipo» Rodríguez, para armar una gran tormenta de desorientación, filtraciones y «mano negra» por todo el estado, y así ayudar al par de chicuelos que estoy proyectando para la gubernatura.
9.- Reconozco que no he sido frío ni objetivo al escoger a mis candidatos, pero qué quieren que haga uno; siempre el prospecto más descerebrado nos roba nuestra ternura. Los quiero con amor de abuelo, aunque sé que son capaces de partirme el corazón, y por eso les dije: «no quiero nada con ningún hombre de respeto», si vamos a ganar la gubernatura que sea con dinero limpio, y si alguno de ustedes me desobedece soy capaz de…recibir el 50% de lo que aporten esos hombres tan generosos.




