CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Ahora que la Casa Filizola adquiere las últimas pinceladas para recuperar su esplendor, seguro que sus fantasmas volverán para habitarla y Emilio Portes Gil no apagará su sonrisa.
La casa de don Juan Filizola es patrimonio edificado de Victoria y en breve se convertirá en un recinto cultural.
Los últimos propietarios fueron los hermanos Medina, quienes en su delirio dejaron sus propiedades intestadas, y ese olvido protegió en años pasados las viejas paredes de adobe, las que no sucumbieron ante la modernidad, como ocurrió con otras joyas.
Los Filizola tienen su origen en Torraca, provincia de Salerno, en el sur de Italia. Juan Filizola Brandi se posicionó en Victoria por su buena moral y habilidad comercial.
Este grupo de italianos llegó a México en 1860 con el afán de descubrir las nuevas oportunidades que ofrecía el continente americano. Don Juan Filizola había ubicado su residencia en Hidalgo número 22 poniente, sus días de esplendor acabaron con los problemas que dejó la Revolución Mexicana y el Club Agrarista, encabezado en Tamaulipas por don Emilio Portes Gil.
Don Juan Filizola murió en 1936, los bienes heredados: un par de casas y algunos terrenos en la avenida Hidalgo y Colón, de Victoria, terrenos cerca del río San Marcos, Los Ébanos para la labor y la ex hacienda «San Francisco», en la Villa de Padilla.
Don Juan había abandonado sus estudios en Italia a los 22 años, una vez en México se esforzó por hacer que aquella decisión valiera la pena. Y lo hizo a lado de su esposa Juana Pieri de Cárdenas.
En los años 50, la familia Medina inició un negocio en la esquina del 15 Juárez, “La Esquina de la Economía”.
Comenzaron con la venta de ropa y zapatos, pero en breve abastecieron a la Ciudad de los electrodomésticos más modernos hasta la década de los ochenta. Ambos hermanos, Fidencio y La Moñitos, tenían extraordinaria memoria y conocían las deudas de sus clientes con pesos y centavos.
El éxito comercial hizo que los hermanos adquirieran un delirio de persecución que se complicó con un breve salto que divide la línea de lo real y el delirio.
Ninguno regresó de ese viaje.
Su hogar se localizó en el 16 Morelos, pero al final de sus días vivían en una camioneta Dodge, en la que deambulaban por la Ciudad.
A la fecha se hace referencia a Los Medina, cuando un coche de uso común tiene en el interior zapatos, ropa, maletas y hasta restos de comida del conductor.
“Pareces los Medina”…se dice por costumbre en Victoria.




