MÉXICO, D.F.- Talina Fernández admira tanto el buen cuerpo que tiene María, hija de la fallecida Mariana Levy, que le gustaría verla compitiendo en un concurso de belleza e incluso desnuda.
«Ella ya está acabando su prepa. En junio se gradúa y ya puede hacer lo que le dé la gana. Yo no he visto las fotos que sube al internet porque no manejo la computadora. Sólo vi una en una revista.
«Si se quiere retratar en traje de baño, que lo haga. ¡Yo con ese cuerpo me retrataba sin traje de baño!», mencionó la Dama del Buen Decir sobre la joven de 18 años.
Talina Fernández se recupera de una cirugía del corazón, luego de que en marzo le fueran detectados unos orificios en el órgano, y teme que a su familia le haya heredado ese mal.
«Ya me había hecho mil electrocardiogramas y nunca había salido nada. A mi hijo Patricio lo operaron de lo mismo 32 años antes, en Estados Unidos, con una recuperación de 10 días. A él le serrucharon las costillas. Fue un horror y ahora está perfecto».
«Mariana, mi hija, se murió del corazón. Vete tú a saber si yo les heredé a mis hijos ese hoyo en el corazón y no nos dimos cuenta. Mariana nunca se dio cuenta», expresó.
Durante la entrega de reconocimientos de la Asociación Nacional de Locutores, «La Dama del Buen Decir» explicó que la detección se dio gracias a que un día se quedó sin habla.
«Un día me quedé sin hablar y a eso se le llama isquemia. Fui al doctor que me operó del cerebro, cuando me quitaron un tumor años atrás, y me hizo una resonancia porque tengo otro atrás (en la médula espinal) del que no sabemos nada.
«Ese tumor no se puede ni operar, ni hacer quimio o radio. Se llama glioma. Creíamos que me quedé sin hablar por eso. Llamaron a un cardiólogo para que me analizara, llegó, me conectó una cámara y me encontró llena de hoyos», explicó.
De acuerdo con Fernández, la intervención no fue tan grave; le colocaron dos parches por la arteria femoral y, al llegar a la herida, se extendieron como paraguas para proteger su músculo.
«Ya nació quien me tire, pero no quien me deje en el suelo. Tengo alegría de vivir, no saben lo bien que estoy. Dios es enorme y me dio otro chance de vivir, de que me encontraron esa afección, que estaba muy difícil», señaló.




